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Reportaje:AMÉRICA LATINA

El carnaval de George Bush

Las nuevas barreras comerciales adoptadas por Estados Unidos se traducirán en unas pérdidas superiores a los 15.000 millones de dólares para la economía brasileña

La medidas proteccionistas sobre las importaciones de acero ordenadas por el Gobierno de EE UU podrán provocar pérdidas de más de 15.000 millones de dólares a Brasil en los próximos cuatro años. Ésa es la conclusión de la Asociación de Comercio Exterior de Brasil, basada en estudios sobre las nuevas barreras comerciales norteamericanas al comercio bilateral.

La medida de EE UU coincide con la condena del FMI a las trabas para las exportaciones de los países emergentes
Washington aplica un arancel medio del 45,6% a los productos brasileños, mientras que Brasilia carga el 14,3% a los norteamericanos

La última decisión proteccionista de Washington ha sido el primer paso en una escalada de tensión entre los dos Gobiernos, y que alcanzó -al menos por ahora- su grado más elevado el pasado martes, cuando un informe oficial del Gobierno de George W. Bush hizo durísimas críticas a la política brasileña de comercio exterior.

En un tono inusitadamente duro, el canciller Celso Lafer afirmó en Brasilia que el documento norteamericano era 'impertinente, subjetivo y parcial'. El tono sorprendió, ya que el mismo ministro aceptó dócilmente quitarse los zapatos en tres distintos aeropuertos de Estados Unidos durante una visita oficial, sin hacer valer su inmunidad diplomática y sin hacer respetar las normas elementales del protocolo para esas ocasiones.

La guerra comercial con Estados Unidos tendrá consecuencias profundas y, a menos que se llegue a un rápido acuerdo que permita un cambio, la situación va para largo. Ésa es la opinión de exportadores y de altos funcionarios brasileños. El ataque lanzado por el informe oficial del Gobierno de Bush incluye la sospecha norteamericana en relación al respeto brasileño por las normas y determinaciones de la Organización Mundial del Comercio, y avanza sobre otros temas al clasificar la Justicia de Brasil como 'indiferente, ineficaz y lenta'. Dice también que 'el régimen de aduanas de Brasil sigue siendo problemático por no tener transparencia y por ser oneroso y caro'. Asegura que la Justicia no actúa en la lucha contra la piratería de CD, vídeos y casetes: 'Queremos más prisiones y menos juicios', dicen los norteamericanos, en lo que ha sido considerada por el Gobierno brasileño como una injerencia inadmisible, aunque -verdad sea dicha- la Justicia brasileña es todo eso y algo más.

Además de la reacción de Celso Lafer, se espera un aumento de tono en las nuevas medidas que Brasil podrá adoptar, y que incluyen un juicio en la misma OCM contra las salvaguardias impuestas a las exportaciones brasileñas de acero a Estados Unidos y ahora también por la Unión Europea. Especialistas locales en comercio exterior consideran que las dos medidas, tanto la de Washington como la de UE, contienen graves fallos de procedimiento, lo que daría muy buenas posibilidades de victoria brasileña en un proceso de arbitraje en el seno de la OCM.

El informe del Gobierno de Estados Unidos traza el análisis de las relaciones comerciales con 55 países, y Brasil ha sido uno de los más duramente criticados, al lado de África del Sur, Japón, India, Corea del Sur, Rusia, Ucrania y, curiosamente, los dos socios de Washington en el NAFTA, Canadá y México. Brasil cubre siete páginas del informe, y llama la atención el tono durísimo con que se trata al comercio bilateral.

Todo eso ocurre en el preciso momento en que las exportaciones brasileñas a Estados Unidos parecían recuperarse tras varios meses de retracción, motivada principalmente por la recuperación de la economía norteamericana. En marzo se registró un aumento de un 6,3% en el total de exportaciones brasileñas al mercado de Estados Unidos, en comparación con el mes anterior. Pero en relación a marzo de 2001, esas mismas exportaciones sufrieron una caída del 5,7%.

De hecho, la buena conducta de las exportaciones brasileñas a Estados Unidos a lo largo del primer trimestre de 2001 tienen una razón concreta: el volumen registrado entre compañías de un mismo grupo, marcadamente en los sectores automovilístico y electro-electrónicos. Sin esa característica, los resultados serían mas bien tímidos. Los calzados, que en 2001 registraron ventas por un total de 1.100 millones de dólares, un 68% del total de las exportaciones, sufrieron una baja de un 14% en el primer trimestre de este año. Y los teléfonos móviles, cuyas ventas a Estados Unidos significaron el 66% del total exportado en el sector en 2001, están lejos de registrar el mismo ritmo este año.

Reacción en cadena

Curiosamente, la política de Bush coincide con el periodo en que los organismos internacionales -el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo- condenan las barreas a las exportaciones de los países en desarrollo impuestas por los países ricos. El caso del acero desató una nueva ola de protestas en Brasil, ya que tras la medida norteamericana, que igualmente afecta a los países de la Unión Europea, se produjo una reacción en cadena: la misma UE impuso barreras al acero brasileño. Con esto, según afirma María Silvia Bastos Marques, que comparte la presidencia de la Compañía Siderúrgica Nacional (CSN) con la del Instituto Brasileño de Siderurgia, habrá un excedente de entre 20 y 30 millones de toneladas en el mercado mundial, que podrán 'inundar Brasil' en caso de que el Gobierno mantenga las actuales tarifas de importación. Y explica que, en un primer momento, no deben ocurrir mayores problemas para las exportaciones brasileñas respecto a los que califica como 'nuestros tradicionales clientes europeos'. Pero admite que, en términos generales, el panorama es preocupante.

Idéntica opinión, y que es expuesta de manera mucho más contundente, tiene el combativo ministro brasileño de Agricultura, Marcus Pratini de Morais. 'Brasil no puede abrir siquiera un milímetro de su economía si no hay como contrapartida una apertura para sus productos agrícolas', dice Pratini de Morais.

Los argumentos en que se basa el ministro: solamente con soya, uno de los productos más exportados por Brasil, el país podrá dejar de realizar ventas por entre 5.500 y 6.500 millones de dólares hasta el año 2005. De no ser por las restricciones impuestas por Estados Unidos al tabaco brasileño, las ventas de este producto podrían ser de 1.200 millones de dólares por encima mayores en el mismo periodo. Por no lograr superar las barreras sanitarias impuestas a la carne bovina, dejarán de ser realizadas ventas por 800 millones de dólares en los próximos cuatro años.

El escudo proteccionista de Washington

'Las señales que Estados Unidos da al mundo son las peores posibles', asegura el ministro brasileño de Agricultura Marcus Pratini de Morais. Por un lado, anuncia aumentos de 73.000 millones de dólares en los subsidios que pagará a sus agricultores en los próximos 10 años. Por otro, impone restricciones al acero mundial para proteger su industria metalúrgica, provocando un efecto en cascada que es malo para todo el mundo. No hay dudas: estamos en la antevíspera de un aumento en el proteccionismo y hay que prepararse para eso. La Confederación Nacional de Agricultura acaba de realizar un estudio que señala que los subsidios norteamericanos dirigidos a los productores de soja, maíz y algodón se traducirán en unas pérdidas de 9.500 millones de dólares para la agricultura brasileña hasta 2005. Las últimas declaraciones de Washington indican claramente que esta incipiente guerra comienza a dar sus primeras señales. Y que va para largo. El vencedor ya se anuncia por anticipado: basta con recordar que el promedio de tarifas aplicadas por Estados Unidos a los productos brasileños es de un 45,6%, mientras que los principales bienes que aquel país exporta a Brasil pagan un promedio del 14,3%. Lo difícil es entender el sentido de la palabra 'reciprocidad' cuando es pronunciada por Washington. Sea como sea, es lo que exigen los norteamericanos. Y cuando no son atendidos, promueven contrapartidas durísimas. Así que los expertos aguardan a ver cómo termina esta pelea.

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