_
_
_
_
_
Reportaje:HISTORIAS DEL COMER

El vino, cultura y placer

Segunda edición de Bilbo-vinos, que reunió con gran éxito en la capital vizcaína a entendidos y aficionados

El pasado 18 de febrero se celebró en la capital vizcaína la segunda edición del Salón Bilbo-vinos, que se celebró en los salones del hotel Barceló Nervión, situado en el Campo Volantín de Bilbao.

El éxito de la primera edición supuso un tentador aliciente para reincidir en este día dedicado plenamente al vino y así, durante unas horas, convertirse el botxo en la capital vitícola por excelencia. Manu Martín, nuestro colega de página, y su entusiasta equipo son los culpables de todo este formidable tinglado, que tantos desvelos les causa, pero al mismo tiempo también les produce grandes satisfacciones.

Las intenciones de los organizadores han seguido la senda de las expresadas en la primera edición: 'Acercar a los profesionales de la hostelería y también a los amantes y conocedores del vino en general, de forma directa a las bodegas, tanto cercanas como lejanas, así como a las exigencias actuales de calidad y variedad e incluso el acceso a ciertas zonas y denominaciones menos conocidas en nuestro país', según explicó Manu Martín.

La cosa no ha podido ir mejor para cubrir estos objetivos. Desde la inauguración a cargo del alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, hasta las aportaciones de lo que el vino y su cultura significa.

Podemos destacar la conferencia acerca de la importancia de la madera, del roble, en la evolución del vino, impartida por un especialista en la materia como es Antonio Magreñán, máximo responsable de una tonelería riojana, de la población de Alfaro. Durante esta charla, además de analizar el proceso y elaboración de las barricas, se tuvo la oportunidad de catar el propio vino, criado en barrica de roble francés y en roble americano, viendo así las notables diferencias entre ambas crianzas.

A lo largo de la tarde el ingeniero de Amorin&Irmaos, Henrrique Rodrigues, acudió expresamente desde Portugal para ofrecer una charla didáctica sobre la nueva industria del corcho: del alcornoque a la botella y sus efectos de calidad-reducción sobre el vino.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El salón Bilbo-vinos no estuvo ajeno a los avances tecnológicos. En el apartado denominado Cibervinos, los visitantes se concetaron a Internet y consultaron todas las páginas web del mundo del vino.

Premio a la carta

En el apartado de premios, el restaurante Zaio Barri, de Gernika, obtuvo el galardón a la carta con más vinos. La carta más didáctica y divulgativa fue otorgado a la del restaurante Etxanobe, de Bilbao. La poseedora de más referencias de vino, al también bilbaíno restaurante Víctor Montes. La mejor carta de Vizcaya, por su contenido en divulgación, variedad de vinos, y diseño fue a parar al restaurante Zortziko, asimismo de Bilbao.

Esta edición de Bilbo-vinos contó con una asistencia de unas dos mil personas. El número de bodegas participantes fue de 120 expositores, duplicando casi los de la anterior edición. Estuvieron representadas todas las Denominaciones de Origen.

Pero no todo fueron cifras ya que a última hora de la tarde de este maratoniano día pudimos asistir algo más espiritual. Al reconocimiento especial a la persona que, por su trabajo y divulgación de la cultura del vino, todos recordamos. En este caso, fue a título póstumo para Eusebio Pardo, reconocido por su impagable labor como maitre durante muchos años del Hotel Ercilla y fundador de la Asociación de Euskadi de sumilleres, entre otros aspectos, y a quien tuvimos la desgracia de perder el mismo día en que se celebró la anterior edición.

Al terminar la jornada y al apurar la última copa de vino recordamos las bellas palabras del poeta José Hierro: '¡Que mundos nuevos pinta el vino!'.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_