Kofi Annan propone la partición definitiva del Sáhara para poner fin al conflicto
El secretario general emplaza a la ONU a que imponga una solución antes de noviembre
Desalentado por la 'situación sombría y deprimente del futuro del proceso de paz en el Sáhara Occidental', el secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha propuesto por primera vez al Consejo de Seguridad la partición del territorio saharaui. Para desatascar las negociaciones, Annan emplazó al órgano decisorio de Naciones Unidas a imponer medidas, prescindiendo del consenso previo de los beligerantes. De lo contrario, podría retirar la fuerza de la ONU en la región (MINURSO) y reconocer que, después de once años de mediación, no puede ofrecer una solución al conflicto.
Veintiséis años después de la salida de España de su última colonia africana, el contencioso aparece más emponzoñado que nunca pese a que el rey de Marruecos, Mohamed VI, declaró en septiembre al diario francés Le Figaro que había resuelto el conflicto del Sáhara.
En el informe, presentado el pasado martes por la noche al Consejo de Seguridad, Annan presenta cuatro opciones, aunque considera como propuesta más válida la partición de la antigua colonia española, 'siguiendo el precedente de 1976 (acuerdos entre Marruecos y Mauritania), pero sin necesariamente reproducir los mismos arreglos territoriales'. Esto supondría que Rabat se quedaría con el norte del territorio y dejaría el sur en manos del Polisario, que podría proclamar un Estado independiente con capital en Dajla (antigua Villa Cisneros).
En la hipótesis de que ninguna de las partes esté dispuesta a aceptar la división del territorio antes de noviembre del 2002, Annan pedirá a su enviado especial en la zona, el ex secretario de Estado norteamericano James Baker, que redacte su propia propuesta y la presente al Consejo de Seguridad. 'Esta vía hacia una solución política dará a cada una de las partes algo de lo que han pedido, pero no todo', dice el informe.
En un tono abiertamente pesimista, Annan da cuenta del fracaso de las recientes negociaciones sobre las otras dos opciones: el plan de arreglo y su consiguiente referéndum de autodeterminación y el llamado acuerdo marco, propuesto el pasado verano, que prevé una autonomía para el territorio integrado en el reino de Marruecos. 'Las partes', se lamenta el secretario general, 'no han manifestado ningún interés para cooperar con Naciones Unidas para aplicar el plan de arreglo o para intentar negociar una solución política'.
Tampoco confía Annan en que prospere ahora la partición del territorio: '(...) si hay indicaciones de que Argelia y el Frente Polisario podrían aceptar negociar una división del territorio, no sirve de nada continuar por esa vía porque el Gobierno de Marruecos no quiere discutir ese enfoque'.
Si el Consejo de Seguridad decide considerar alguna de estas tres opciones -partición, referéndum o autonomía-, dice Annan, podrá presentar su propia propuesta a las partes sobre una 'base no negociable'. El secretario general emplaza así al órgano decisorio de la ONU a que tome finalmente cartas en el asunto y desatasque un conflicto que dura desde hace 26 años.
Si todo esto no es posible, Annan propone dar por terminado el mandato de la MINURSO, 'reconociendo así que, después de casi medio billón de dólares, Naciones Unidas no puede resolver el problema del Sáhara Occidental'. Mientras tanto, ha pedido al Consejo de Seguridad que prolongue por dos meses la presencia de la fuerza de la ONU, mientras los beligerantes analizan la nueva propuesta. El máximo órgano de la ONU se pronunciará sobre el informe de Annan antes de fin se mes.
El secretario general no se equivocó vaticinando un rechazo marroquí de la partición. El embajador de Marruecos ante la ONU, Mohamed Bennuna, atribuyó ayer la paternidad de esa idea a Argelia, que con ese 'micro-estado (...) aspiraría a disponer de una desembocadura en el océano Atlántico', según informa la agencia oficial marroquí MAP. 'No, ni hoy ni mañana ni en cien años aceptaremos esa opción'.
El representante del Frente Polisario en la ONU, Ahmed Bujari, se mostró, en cambio, proclive a 'discutir la partición, que no es algo nuevo por que ya lo propuso Boutros Boutros-Ghali [anterior secretario general de la ONU] en 1993'.
El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, no se decantó en el Senado por ninguna de las tres opciones, aunque expresó el deseo de que alguna de ellas 'pueda tener salida', según informa Efe. De lo contrario, advirtió, la ONU desistirá 'de seguir teniendo un planteamiento de paz para el conflicto'.
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