El Consejo de Seguridad no se decanta sobre el crudo sahariano

Tres horas de debate a puerta cerrada, el martes por la noche, no permitieron al Consejo de Seguridad de la ONU ponerse de acuerdo sobre la legalidad de las prospecciones petroleras concedidas por Marruecos en octubre en el Sáhara a sendas empresas, norteamericana y francesa.

A finales de enero, el asesor legal de Naciones Unidas, Hans Corell, señaló que Marruecos no era potencia administradora del Sáhara y que los contratos firmados por Rabat y las petroleras 'podrían suponer una violación de la legalidad internacional si llegaran a desembocar en mayores actividades de exploración o explotación en detrimento de los intereses y aspiraciones del pueblo del Sáhara Occidental'. Inmediatemente, el Frente pidió por carta al Consejo que declarase ilegales las concesiones.

En el debate de ayer, varios países -Rusia, Singapur, Colombia, Isla Mauricio e Irlanda- se mostraron partidarios de esta tesis, según una fuente diplomática europea. En el otro extremo, Francia abogó por considerar a Marruecos potencia administradora con todos los derechos, mientras un grupo intermedio, compuesto por EE UU, China y el Reino Unido, hizo hincapié en la necesidad de concentrarse en la solución política al contencioso.

Una declaración de ilegalidad de las concesiones de prospección petrolera abriría la vía, en opinión de fuentes jurídicas españolas, a cuestionar quién es la autoridad competente para otorgar licencias de pesca en las aguas saharianas. Hasta 1999, los pesqueros españoles faenaban allí gracias al acuerdo entre Rabat y la Unión Europea, que no fue renovado.