Un cálido y sencillo adiós a José Ortega

La España liberal, cívica, tolerante y laica que José Ortega Spottorno ayudó a construir durante su vida despidió ayer en el crematorio de La Almudena al fundador de EL PAÍS y Alianza Editorial, fallecido el lunes en Madrid a los 85 años.

En representación del Gobierno acudieron el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, el secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, y el director del Inaem, Andrés Amorós. También asistieron el jefe de la Casa Real, Fernando Almansa, y el secretario general, Rafael Spottorno, además de políticos como Felipe González, Narcís Serra, Jesús Caldera, Trinidad Jiménez, José María Maravall o Joaquim Nadal; personalidades del mundo de la edición y la cultura (Diego Hidalgo, Jaime Salinas, Luis Suñén, Xavier Folch, Rafael Martínez Alés, Emiliano Martínez, Francisco González, Isabel de Polanco...); periodistas de distintos medios, como el presidente de la Agencia Efe, Miguel Ángel Gozalo; juristas como Francisco Rubio Llorente; el economista Luis Ángel Rojo; artistas y dibujantes (Daniel Gil, Máximo, Forges), y consejeros, directivos y decenas de trabajadores de EL PAÍS y el Grupo PRISA, con el presidente, Jesús de Polanco, a la cabeza.

Martín Patino destacó su 'bonhomía, discreción y capacidad de trabajo'

Un portavoz de la Comisión Europea lamentó la muerte del fundador de EL PAÍS

Fue un acto sencillo y discreto, presidido por el sereno dolor de su viuda, Simone Ortega, que junto a sus tres hijos (José, Inés y Andrés) y sus nietos recibió el pésame de unas 300 personas.

Entre ellas, destacaba la nutrida presencia de trabajadores del diario; esos empleados que, según contaba ayer en estas páginas Andrés Ortega, emocionaron profundamente a José Ortega Spottorno al dedicarle una larga ovación con motivo del almuerzo que celebró el 25º aniversario del periódico.

Tras el sepelio, el Comité de Redacción de EL PAÍS hizo pública una nota en la que se suma al dolor por la muerte del fundador del diario y 'comparte la sensación de vacío que deja detrás suyo con el resto de trabajadores del grupo y la transmite a los compañeros de profesión'. 'En un oficio donde los valores éticos son indispensables', concluye la nota, 'él era un referente que se echará a faltar. Hoy nos sentimos un poco más huérfanos'.

Juan Luis Cebrián, consejero delegado de PRISA y primer director de EL PAÍS, se encargó de pronunciar el elogio fúnebre (el texto completo se publica en la página 11) con la pequeña capilla del crematorio llena de gente. Antes, alabó ante los periodistas el espíritu tolerante y abierto de Ortega Spottorno, su cuidadosa dedicación al inmenso legado intelectual de su padre, y, sobre todo, 'su extraordinario amor a la libertad' y 'su sencillez'.

Después, Cebrián leyó el telegrama enviado por la familia real, y habló del heroísmo callado, la pasión por la familia, la moderación y el espíritu crítico del hijo menor de Ortega y Gasset.

Por deseo de Simone Klein, el sacerdote José María Martín Patino pronunció también unas palabras antes de que el féretro, sin cruz, fuera incinerado. Patino, que citó a Voltaire, recordó 'la bonhomía, discreción, enorme tolerancia y capacidad de trabajo' de Ortega.

Desde Bruselas, la Comisión Europea se sumó a los mensajes de condolencia. En el briefing diario que el servicio de prensa y comunicación del Ejecutivo comunitario ofrece a la prensa internacional, su portavoz oficial, Jonathan Faull, lamentó en nombre de todos los portavoces 'la muerte del fundador del gran diario EL PAÍS' y transmitió 'las condolencias a sus familiares y a los representantes del diario en Bruselas', informa Sandro Pozzi.

Mientras, el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Rafael Simancas, anunció que pedirá que el Consistorio otorgue la Medalla de Oro de la ciudad a José Ortega, en agradecimiento 'por su labor por la cultura y la libertad', informa Efe. 'Es uno de los hombres más influyentes en la vida cultural e intelectual española de la última mitad del siglo XX', dijo Simancas. 'Madrid, esta ciudad que le vio nacer y que fue testigo de su ingente labor, debe rendirle este homenaje'.

La presidenta del Senado, Esperanza Aguirre, leyó ante el pleno de la Cámara alta un comunicado de pésame por el fallecimiento de quien fue senador por designación real entre 1977 y 1979. Aguirre, en nombre de todos los senadores, elogió la trayectoria personal e intelectual de Ortega, y sus iniciativas en la puesta en marcha de 'relevantes' proyectos en el mundo cultural y editorial español, como EL PAÍS y Alianza Editorial.

La presidenta del Senado recordó el paso de Ortega Spottorno por la Cámara alta. Aquí, subrayó, 'siempre dejó constancia de sus capacidades y convicciones profundamente democráticas'. Aguirre trasladó asimismo el pésame del Senado a la familia del también ex senador por designación real y premio Nobel de Literatura Camilo José Cela.

La familia de Ortega Spottorno depositará hoy las cenizas en el panteón familiar en la más estricta intimidad.