La presencia australiana confirma en Arco el carácter homogéneo del arte actual
Satisfacción entre los galeristas del país invitado por la buena acogida de sus artistas
En una feria tan grande como Arco, la discreta presencia de 14 galerías autralianas, frente a las 49 británicas del año pasado, queda bastante diluida. Aun así, la mayoría de galerías están satisfechas con las ventas y destacan sobre todo el carácter de trampolín para Europa de esta feria. Australia es el país invitado de esta edición de la feria y, al menos en lo que respecta a la selección realizada, ha quedado demostrado el carácter homogéneo del arte contemporáneo, incluso en las antípodas. La numerosa presencia de artistas aborígenes confirma la amplitud de la cultura global.
'El objetivo principal de mi presencia en Arco es que desde aquí puedo dar a conocer a mis artistas y establecer contacto con otras galerías europeas y americanas', comenta la galerista Anna Schwartz, de Melbourne, para quien el mercado australiano está fuerte y en proceso de crecimiento. Schwartz, que ha participado en la feria en los últimos tres años, presenta obras de algunos de los artistas australianos más conocidos en su país, como Mike Parr, junto a valores emergentes como Emily Floyd.
También está satisfecha con las ventas Jan Minchin, de la galería Tolarno de Melbourne. 'Vine aquí por primera vez a presentar el trabajo y ha sido un agradable sorpresa encontrarme con que el segundo día ya he vendido tres piezas', afirma Minchin, que presenta los divertidos Car nuggets (Muslitos de coche) de la artista Patricia Piccinni.
También es muy reconocido en su país Imants Tillers, del que el galerista Paul Greenaway, de Adelaida, ofrece una exposición individual en su stand. Greenaway, un habitual de la feria, a la que viene asistiendo desde hace 10 años, es también el comisario de la selección australiana, que se presenta, precisamente, con el título Australia with the rest of the world. 'Esto es un aperitivo, una tapa de la gran variedad del arte australiano actual', comentó Greenaway. En su opinión, hay diversos factores que confluyen en el arte australiano contemporáneo, como son la tradición de las comunidades aborígenes, el aislamiento geográfico respecto a los centros culturales europeos y estadounidenses, la rapidez con la que los artistas se han lanzado a la utilización de las nuevas tecnologías y, por último, la proximidad con Asia.
Este último punto es evidente en la Galería 4A, un espacio no comercial especializado en la promoción de artistas de origen asiático afincados en Australia. La preocupación por el mestizaje y los orígenes es una de sus características, como demuestra la obra de Xiao Xian Liu titulada Our Gods, un díptico en el que la imagen de Cristo está realizada a partir de minúsculas imágenes de Buda y viceversa.
También el arte aborigen actual está presente en la feria. En la galería Gabrielle Pizzi se presentan obras del veterano artista Willy Tjungurrayi, que adapta la tradición de arte en tierra o cuerpo al lienzo, junto a ejemplos del arte aborigen urbano, como el que representa Brook Andrew, un artista de Sydney que utiliza instalaciones de neón y fotografía para reflejar sus visiones sobre cuestiones como la identidad o el sexo.
De hecho, gran parte de las galerías australianas exhiben obras de artistas aborígenes, ya que desde finales de los años setenta éstos se han adaptado sin problemas al arte contemporáneo occidental, especialmente en lo que respecta a la fotografía y las nuevas tecnologías. El caso más conocido es el de Tracey Moffat, representada por la prestigiosa galería Roslyn Oxley9, de Sydney, que también presenta las fotografías de otra artista de origen aborigen, Destiny Deacon, que aborda la temática racial.
Los responsables de esta galería, que junto a la también australiana Sarah Cottier Gallery es una habitual de la feria de Basilea, se mostró satisfecha con las ventas realizadas hasta ahora en Arco y consideró irrelevante el pequeño número de galerías australianas seleccionadas. 'Bueno, los ingleses eran más, pero en Australia sólo somos 20 millones de habitantes', comentó Roslyn Oxley, que también tiene previsto acudir a The Armory Show, que se inaugura el día 21 en Nueva York.
Esta feria estadounidense es, según Rosina Gómez-Baeza, directora de Arco, la razón de la minúscula presencia en esta edición de galerías del Reino Unido, país invitado en la pasada edición. Más que una falta de interés por la feria, para Gómez-Baeza ha sido la cita neoyorquina la que ha provocado la deserción de algunas galerías. 'Tendremos que pensar un posible cambio de fechas, dentro de febrero, para que no haya coincidencias', comentó. La competencia, dice, es buena, pero ésta es difícil de superar.
Un galerista denuncia el robo de tres dibujos
El galerista estadounidense Christian Viveros-Fauné, de la galería Roebling Hall, denunció ayer el robo de tres dibujos del artista Sebastiaan Bremmer que tenía, sin enmarcar, en la mesa de su stand en la sección de Cutting Edge de Arco.
'Los dejé ahí ayer a las diez de la noche y esta mañana cuando he vuelto a las 12 de la mañana habían desaparecido', afirma. Los dibujos estaban valorados cada uno en 2.600 dólares (3.000 euros). Viveros-Fauné criticó la organización de la feria por considerar que no le habían ayudado en el proceso de denuncia.
La directora de la Arco, Rosina Gómez-Baeza, señaló: 'Se trata de un hurto, no un robo, que es muy extraño y, francamente, poco creíble. No es normal que un galerista deje obras sobre la mesa, cuando suelen tener un almacén con llave, y además no se presente a las once, cuando abre la feria, sino casi dos horas más tarde'. Según Gómez-Baeza, 'se le atendió al minuto'.
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