40 estudiantes asaltan el rectorado de la Universidad de Sevilla
Los universitarios desalojados el pasado miércoles del campamento que habían instalado a las puertas de Ayuntamiento de Sevilla en protesta por la Ley Orgánica de Universidades (LOU) cumplieron ayer más allá de cualquier previsión su amenaza de boicotear la junta de gobierno que se celebraba en la Universidad Hispalense. Alrededor de 40 jóvenes irrumpieron en el Rectorado, destrozaron las puertas del siglo XVIII que les cerraban el paso y llegaron hasta el despacho del rector y la Sala de Juntas. El asalto fue seguido por numerosos periodistas que estaban a la espera del resultado de la junta de gobierno, que iba a tratar la aplicación de la Ley Orgánica de Universidades.
En previsión de posibles altercados, los servicios de seguridad ya habían cerrado las puertas de acceso a la zona donde se celebraba la reunión, pero los estudiantes se saltaron el control de seguridad y llegaron hasta la primera puerta cerrada, que destrozaron con barras de hierro. Lo mismo hicieron con las dos puertas siguientes, que una vez vencidas les dieron vía libre para acceder hasta el despacho del rector, donde rompieron una bandera de España y pintaron con aerosol rojo las moquetas.
A continuación corrieron en busca de la Sala de Juntas, donde aún permanecían los miembros del Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (Cadus), y algunos decanos y vicerrectores. Uno de los estudiantes portavoces, Adán Valenzuela, tomó la palabra para justificar el asalto. 'Veníamos de forma pacífica, pero se nos han cerrado las puertas', aseguró. Valenzuela calificó de 'incoherente' a la Universidad hispalense por 'proclamar primero su rechazo a la LOU y ahora estar dispuesta a estudiar su aplicación'. Como consecuencia de los incidentes, varios vigilantes de seguridad recibieron asistencia sanitaria.
El rector, Miguel Florencio, advirtió ayer de que todo el edificio de la sede central de la Universidad es patrimonio nacional y que entre el mobiliario destrozado se encuentran cuatro puertas del siglo XVIII que resultan 'difícilmente recuperables'. El rector denunció ayer los hechos ante un juzgado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Protestas estudiantiles
- Ley universidades
- Movilizaciones civiles
- Vida estudiantil
- Legislación educativa
- Universidad
- Legislación española
- Política educativa
- Malestar social
- Educación superior
- Sistema educativo
- Problemas sociales
- Legislación
- Sociedad
- Justicia
- Estudiantes
- Comunidad educativa
- Educación
- Movimiento estudiantil