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La pasividad del Gobierno ante el veto de Estados Unidos a la clementina desespera al sector citrícola

Los citricultores critican la falta de presión de la Consejería de Agricultura ante Madrid

El sector citrícola recibió ayer con impotencia el anuncio de que EE UU mantendrá el veto a la clementina condicionado al trabajo de una comisión mixta con representantes de los dos países. Proceso que puede alargar la crisis un mes. El sector considera, además, que EE UU se ha vuelto a adelantar con la notificación a la Organización Mundial de Comercio (OMC) del veto. 'Es la gota que colma el vaso de la paciencia del sector', dijo la Unió, que volvió a pedir la dimisión del ministro Miguel Arias Cañete. El sector también criticó la falta de presión de la Consejería de Agricultura al ministerio del ramo.

Si se tratara de un partido de fútbol, Estados Unidos estaría ganando por goleada a España. Delanteros más rápidos, un equipo conjuntado y con visión de juego y una defensa hermética. La realidad es menos lúdica. El sector citrícola lleva más de un mes esperando la reapertura del mercado estadounidense a los cítricos y está cansado.

Ayer, la desazón era general entre el sector, harto de esperar plazos. La última misión oficial enviada por los ministerios de Agricultura y Comercio sirvió para acordar una nueva condición. España y EE UU crearán una comisión técnica mixta que evaluará el correcto funcionamiento del tratamiento en frío. La comisión estudiará la posibilidad de realizar un envío experimental sometido a un control adicional para demostrar la completa seguridad fitosanitaria de las clementinas exportadas. La semana próxima se marcarán las fechas de reunión de la comisión, según el Ministerio de Agricultura. Todo parece indicar que esta vía alargará, en el mejor de los casos, un mes el bloqueo de las fronteras estadounidenses a la fruta española. Una circunstancia que ayer desató la indignación del sector citrícola, que esperaba de la reunión del miércoles en Washington una resultado más contundente. Sensación acrecentada por el hecho de que mientras el Gobierno español continúa supeditando las acciones legales al resultado de esta nueva vía, EE UU ya ha argumentado ante la OMC el veto a la clementina.

La Unió de Llauradors exigió ayer nuevamente la dimisión 'inmediata' del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete por su 'incompetencia e incapacidad' para resolver la crisis. La organización consideró que el último capítulo protagonizado por la delegación española en Washington es la 'gota que colma el vaso de la paciencia del sector citrícola valenciano'.

Veto injustificado

Tanto la Unió como el resto del sector recordaron que las autoridades estadounidenses no han conseguido demostrar documentalmente la llegada de clementinas con larvas vivas a Estados Unidos. De hecho, ayer, la interprofesional Intercitrus se reunió con los técnicos fitosanitarios que visitaron Estados Unidos antes de las fiestas navideñas, y que aseguraron no haber recibido evidencias técnicas de la detección de las larvas. Los técnicos explicaron que durante su visita se les informó de que la inspección en unas 22.000 clementinas se tradujo en la detección de dos larvas 'que parecían vivas' y de 59 muertas. Detección, que en caso de ser cierta, el sector recuerda que es insuficiente para decretar el veto.

La Unió recordó que el Gobierno español 'ha sido y sigue siendo muy lento' y que 'debería haber actuado ya hace tiempo con medidas de presión' ante los organismos europeos e internacionales. En su opinión, la crisis es una 'auténtica burla'. La lluvia de críticas también salpicó a la Consejería de Agricultura. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) criticó la falta de presión de la Administración valenciana a Madrid. AVA pidió una actuación firme ante la OMC y dijo que el cargamento experimental que se baraja es 'un paripé' para ganar tiempo. Mientras, la titular de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin daba un mes de plazo para iniciar los recursos 'pertinentes', el presidente Zaplana insistía en que la delegación enviada a Estados Unidos es la 'última oportunidad' antes de 'instalarnos definitivamente en el conflicto'. Zaplana continuó asegurando que si no se levanta el veto con rapidez planterá 'de forma inmediata' un conflicto.

El presidente de Intercitrus, Cirilo Arnandis, consideró 'decepcionante' el resultado de la reunión en Washington y aseguró que 'se está toreando al Gobierno español'.

Fuera experimentos

Arnandis recordó que el Gobierno debería haber sido 'más enérgico' y se mostró contrario al envío experimental de clementinas. 'Hay un protocolo hecho por Estados Unidos que se está cumpliendo desde hace 17 años estrictamente', subrayó. 'Ya está bien'. Arnandis pidió iniciativas firmes y la denuncia de la situación ante la OMC. El presidente de Intercitrus recordó que 'se trata de un problema de estado' y que se debería aprovechar la presidencia española de la UE para buscar soluciones a una crisis en la que, dijo, 'tenemos toda la razón'. También mostró su malestar Octavio Ramón, que a título personal consideró la situación 'indignante'. Ramón consideró que la actual situación es consecuencia de 'no haber hecho en el primer momento lo que se tenía que haber hecho'.

También ayer, el portavoz de Agricultura del grupo socialista en las Cortes, Antoni Lozano, pidió un crédito extraordinario para paliar las pérdidas del sector por el veto. Lozano anunció la presentación de una proposición no de ley en las Cortes en la que insta al Gobierno central a que participe en esta línea de ayudas. Tanto Lozano como el secretario general de los socialistas, Joan Ignasi Pla, criticaron la gestión de las distintas administraciones españolas ante la crisis. Pla considera que Zaplana 'ha perdido un tiempo precioso' que aseguró que le pasará factura. Esquerra Unida, por su parte, pidió ayer la comparecencia de Ramón-Llin para explicar las 'medidas urgentes' que adoptará ante 'las novedades' de la crisis.

Manifestación contra el bloqueo citrícola del 21 de diciembre.
Manifestación contra el bloqueo citrícola del 21 de diciembre.C. FRANCESC

El recurso internacional

El sector ha estado confiando durante el último mes en una solución negociada a un veto que considera comercial y no fitosanitario, como argumenta Estados Unidos. Ayer, los citricultores reprocharon al Gobierno su lentitud de actuación ante los organismos internacionales. Una opción, en cualquier caso, que cada vez con mayor claridad se perfila como inevitable. En cualquier caso, ayer diversas fuentes del sector recordaban que el retraso del recurso ante la Organización Mundial de Comercio puede impedir próximas campañas de comercialización. De hecho, recordaban que el procedimiento medio en un proceso ante la OMC es de nueve meses, ampliables a incluso más de un año en función de la apelación. Ante esta situación, a día de ayer, el sector temía no poder exportar clementinas a Estados Unidos durante la próxima campaña. El veto de EE UU es la principal espada de Damocles en una mala campaña citrícola. El sector también se enfrenta a las pérdidas que las lluvias persistentes están ocasionando en las variedades de clementinas por recolectar. Situación agravada por el veto estadounidense que ha supuesto la paralización de una parte de la recolección. Mientras la Consejería de Agricultura cifra las pérdidas, el sector pide ayudas. La Unió de Llauradors reclamó ayer con urgencia una línea de ayudas directas para paliar las pérdidas producidas en las clementinas por el cambio de temperaturas, y medidas fiscales especiales para los agricultores. La organización considera que estas ayudas contribuirían a paliar las 'importantes' pérdidas producidas por riesgos no cubiertos en el actual sistema de seguros agrarios, como el pixat y la caída fisiológica de las mandarinas. AVA, por su parte, pidió la declaración de zona catastrófica para el área citrícola valenciana y el grupo socialista en las Cortes anunció la presentación de una proposición no de ley para 'paliar' los daños del pixat.

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