La devaluación provoca un desabastecimiento de medicinas
El argentino que haya cometido el desatino de caer enfermo estos días enfrenta dificultades adicionales para acceder a las medicinas. Cuando va a las farmacias se encuentra con que el remedio que busca no está, le venden una dosis cuando necesita tres o sólo se lo entregan si paga el 100% de su valor, sin los descuentos de la Seguridad Social. Los comerciantes farmacéuticos responsabilizan a los laboratorios de frenar o dosificar el suministro de productos ante la inminente devaluación.
Sucede que algunos medicamentos son importados y, por lo tanto, se liquidan en dólares, mientras que la mayoría se fabrica en Argentina, pero con insumos extranjeros. Los laboratorios, sin embargo, juran que siguen entregando mercancías y alegan que las farmacias se han quedado sin financiamiento porque el sistema de la Seguridad Social incumple con sus obligaciones desde hace cinco meses.
Unos y otros se acusan mutuamente de especular a costa de la salud de los ciudadanos. El presidente Eduardo Duhalde decidió intervenir en el conflicto. La falta de medicinas en hospitales de Buenos Aires, La Plata y Santa Fe está poniendo en riesgo la vida de pacientes. Incluso escasea la insulina en las farmacias, lo que pone en peligro a diabéticos. Duhalde busca un compromiso de los laboratorios para evitar un incremento de precios y el desabastecimiento. Amenaza con imponer precios máximos a los medicamentos importados.
Por eso se reunió ayer con los presidentes de los laboratorios extranjeros y nacionales. Las empresas ya venían discutiendo soluciones desde hace dos días con el jefe del Gabinete de ministros, Jorge Capitanich. El portavoz del Centro Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA), Roberto Bruno, dijo que los fabricantes se comprometerán a asegurar el suministro de medicinas y a 'colaborar' con el país. En concreto, prevé que los laboratorios podrán mantener los precios de los productos nacionales con insumos foráneos, porque éstos representan sólo un porcentaje menor de los costes. Las medicinas importadas se encarecerán en la misma medida de la devaluación, según Bruno, pero recordó que durante la hiperinflación de 1989 el Gobierno creó un tipo de cambio más barato para la compra de fármacos en el exterior.
Los laboratorios alegan que los precios se han mantenido estables. Sólo la alemana Bayer incrementó los valores el 25% hace dos semanas, pero días después se volvió atrás. El presidente de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME, que reúne a las empresas extranjeras), Walter Klemann, declaró que los laboratorios están suministrando medicinas en los volúmenes habituales y acusó de los inconvenientes a la cadena de distribución. El titular de la Cámara Argentina de Farmacias también negó el desabastecimiento y la subida de precios, pero reconoció la ausencia o escasez de algunos medicamentos.
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