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CRISIS EN ARGENTINA

Duhalde afronta la crisis argentina con el único apoyo de los peronistas de Buenos Aires

Sólo dos radicales y un 'frepaso' están en el Gobierno motejado como de 'unidad provincial'

El humor no pierde el tiempo. Un día después de la toma de posesión del Gabinete de Eduardo Duhalde, un comentario va de boca en boca en Buenos Aires: más que un Gobierno de unidad nacional, es un Gobierno de unidad provincial: 7 de los 12 ministros y secretarios de Estado que juraron sus nuevos cargos el jueves proceden del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, el feudo de Duhalde. Dos ministros radicales, uno del Frepaso y un independiente, son la aportación ajena al peronismo a un Gobierno que pretendía ser de salvación nacional por sus patrocinadores.

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La llegada de Duhalde al poder, consecuencia de un pacto entre líderes de los principales partidos -peronistas y radicales- y no como resultado de un consenso entre amplios sectores políticos y sociales, presagiaba un Gobierno más monocorde que de amplio espectro. Así es como el núcleo duro lo conforman hombres de la entera confianza del presidente, incluso en el caso del empresario Ignacio de Mendiguren, sin adscripción partidaria, hay una gran sintonía con Duhalde.

La designación del ministro de Defensa, cargo ofrecido al radical Horacio Jaunarena, abrió nuevamente un debate interno en el que sigue siendo el principal partido de oposición, a pesar del descrédito público tras la dimisión del presidente Fernando de la Rúa. El propio Jaunarena, ex ministro de Defensa en los Gobiernos de Alfonsín y De la Rúa, se remitió a la aprobación de la Unión Cívica Radical (UCR) antes de aceptar. La pregunta que todavía se hacían ayer los líderes radicales era la siguiente: '¿hasta dónde debe llegar la colaboración, en beneficio de la declamada 'unión nacional' cuando el peronismo se negó a compartir el Gobierno con De la Rúa y le dejó caer'.

Ángel Rozas, gobernador de la provincia fronteriza de El Chaco, al norte del país, y presidente de la UCR, es de los que creen que 'los radicales no tienen derecho a exigir nada y primero deben pedir perdón a la sociedad por las promesas electorales incumplidas'. Para Rozas, 'el partido no debe oponerse a la designación de radicales en el Gobierno si los elige el presidente'.

La designación de Jaunarena cuenta con el apoyo unánime de los jefes de las Fuerzas Armadas. El coronel, como le llaman en el partido, promovió en su momento las leyes Punto Final y Obediencia Debida, que anularon los procesos contra los oficiales acusados de los mayores crímenes durante la dictadura militar. Cuando regresó al cargo, Jaunarena impulsó el rechazo automático a cualquier petición de extradición de ex miembros de las Fuerzas Armadas procedente de tribunales extranjeros. Una doctrina que De la Rúa impuso por un decreto presidencial, firmado a comienzos del pasado mes de diciembre y que entró en vigencia cuatro días antes de que renunciara al cargo.

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En el trámite de constitución del Gobierno, Duhalde ha sido claro con los dirigentes de su partido y de la oposición: 'El Gobierno de transición será indudablemente peronista, pero necesita de un amplio consenso y del apoyo de todos para tomar decisiones políticas y llevar adelante el programa económico'. A cambio, el nuevo jefe de Estado asegura su renuncia anticipada a la competencia electoral.

La jefatura del Consejo de Ministros quedó finalmente en manos del hasta ahora senador Jorge Capitanich, de 37 años, un economista de la provincia de El Chaco. Capitanich disputó, y perdió, frente a Rozas la elección a gobernador, es autor de libros de ensayo sobre la crisis argentina y se le considera una de las figuras destacadas de la nueva generación de dirigentes peronistas. El miembro del Frente País Solidario (Frepaso) Juan Pablo Cafiero será el vicejefe de Gabinete, en la que puede considerarse como la representación más de izquierda del nuevo Ejecutivo. Cafiero ocupó la cartera de Desarrollo Social en el Gobierno del dimitido De la Rúa.

El empresario textil Ignacio de Mendiguren, presidente de la poderosa organización gremial empresarial Unión Industrial Argentina (UIA) y miembro del llamado Grupo Productivo, que integraba el propio Duhalde, asumió el cargo de ministro de la Producción, que acaba de crearse, a pesar de las críticas de las organizaciones que representan a los terratenientes y de los economistas que temen un progresivo cierre de la economía.

De Mendiguren advierte de que 'no existe la economía capitalista si no hay mercado, y el mercado se sostiene si la gente gana buenos salarios. Hay que declarar a la industria en estado de emergencia y tomar las medidas para que lo poco que se consume se produzca aquí'.

El ex gobernador peronista de la provincia de Mendoza, Rodolfo Gabrielli, y el secretario de Seguridad Interior, Juan José Álvarez, otro peronista que ocupaba el mismo cargo en la provincia de Buenos Aires, designados ambos por el presidente provisional Adolfo Rodríguez Saá, han quedado confirmados en sus cargos. El militante radical Jorge Vanossi, respetado abogado constitucionalista, es el nuevo ministro de Justicia.

Alfredo Atanasof, un sindicalista peronista vinculado a los llamados gordos, el sector dialogante de la Confederación General del Trabajo (CGT), ocupa el Ministerio de Trabajo. Aníbal Fernández, ex alcalde del municipio de Quilmes, al sur de Buenos Aires, un incondicional de Duhalde y hasta ahora ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, ha sido designado para ocupar la estratégica Secretaría General de la Presidencia.

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