Los citricultores tachan de tardía la intervención de Cañete en la crisis

La reunión que ayer mantuvieron en Madrid los dirigentes de la interprofesional citrícola Intercitrus con el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, a la que asistió la consejera valenciana del ramo, María Ángeles Ramón-Llin, permitió avanzar poco en la resolución del conflicto surgido por la paralización de las exportaciones de clementinas valencianas a Estados Unidos. Todo quedó a expensas de la reunión entre técnicos españoles y americanos del día 7 en EE UU. Los citricultores se mostraron satisfechos por el apoyo del ministro, aunque lo calificaron de 'tardío' y dan por perdida la campaña americana. Cañete anunció acciones jurídicas para defender a los productores valencianos.

Todo está pendiente de la reunión que el próximo día 7 de enero mantendrán en EE UU técnicos españoles y americanos. Allí se analizarán los resultados de las inspecciones llevadas a cabo tanto en Valencia como en Estados Unidos en torno a la calidad de las clementinas valencianas exportadas y a la aparición de larvas de la mosca de la fruta. 'Será el último elemento de la negociación diplomática y de la utilización de la vía del diálogo que hemos mantenido hasta el momento porque entendíamos que era prioritaria' dijo Ramón-Llin sobre esa reunión. El resultado de la misma determinará la posibilidad de recurrir a la estrategia de denuncia comercial ante la Organización Mundial del Comercio y a todas las instituciones, 'tanto europeas como mundiales, que permitan ejercer una presión efectiva para solucionar las restricciones', añadió.

Ramón-Llin explicó que la reunión de ayer tenía por objeto conocer los resultados de las investigaciones de los técnicos españoles enviados a Estados Unidos, que han sido contrastadas con las inspecciones de los técnicos norteamericanos en la Comunidad Valenciana, en las que no se encontró ningún indicio que pudiera justificar el embargo.

Por su parte, el presidente de Intercitrus, Cirilo Arnandis, afirmó que el sector ha cumplido el protocolo, dado que en las inspecciones realizadas no se ha encontrado ninguna larva viva en las clementinas españolas. 'Lo que se ha demostrado es que las únicas larvas vivas que se han encontrado han sido en productos de California', dijo. Según los datos aportados por Arnandis, el sector ha registrado unas pérdidas económicas entre 3.500 y 4.000 millones de pesetas, a lo que debe sumarse la pérdida de imagen que ha sufrido la clementina en Estados Unidos, el reflejo en los precios y el impacto en la campaña.

No obstante, en la reunión de ayer no se habló de cantidades. El ministerio instó a los productores a evaluar sus pérdidas para poder después establecer las posibles indemnizaciones, según explicó José Miquel, vicepresidente de Intercitrus. Miquel manifestó que la reunión con Arias Cañete fue 'positiva' porque permitió poner de manifiesto que el sector citrícola valenciano ha actuado correctamente en esta crisis, algo que, según añadió, reconoció el propio ministro. No obstante, el dirigente de Intercitrus calificó de 'tardía' la reacción del ministerio. En la reunión de ayer quedó demostrado, según Miquel, que no han sido los productores valencianos los que han fallado y que eso es algo comprobaron los inspectores americanos que estuvieron en Valencia la semana pasada. En definitiva, siempre según Miquel, la conclusión de la reunión de ayer es que se ha 'desmontado casi todo lo que habían organizado ellos', en referencia a los productores californianos que denunciaron la aparición de larvas de la mosca de la fruta en una partida de clementinas valencianas. Esa denuncia originó el conflicto que derivó en el cierre de fronteras.

Otras fuentes del sector citrícola valenciano se mostraron menos optimistas sobre la reunión de ayer y criticaron el poco 'compromiso' de la Administración. Así, Joan Brusca, secretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders, señaló que lograr ahora la apertura de las fronteras 'ya no solucionaría nada' si no viene acompañada de una 'rectificación' y de un 'reconocimiento' por parte de EE UU acerca del origen de la crisis y del compromiso de hacerse cargo de los daños y perjuicios ocasionados.

Mientras, diversos partidos políticos anunciaban iniciativas parlamentarias y municipales para que el Gobierno ayude al sector citrícola. Así, el secretario de Organización del PSPV, Vicent Sarriá, pidió a Ramón-Llin que adelante al sector las ayudas solicitadas al Gobierno central para paliar las pérdidas. El presidente del Bloc, Pere Mayor, anunció la intención de su partido de pedir a la UE que 'tome las medidas pertinentes para la defensa del sector citrícola valenciano' y aseguró que su formación, junto a sus socios en el Parlamento Europeo (CiU y el Partit Socialista de Mallorca), pedirá que se traslade a la Comisión Europea 'la necesidad de imponer sanciones contra EEUU por el bloqueo a las clementinas valencianas'. Finalmente, Unión Valenciana anunció la presentación de mociones en los ayuntamientos valencianos en defensa del sector citrícola, al considerar que el PP 'se ha mostrado incapaz de cumplir sus obligaciones en defensa de los intereses valencianos'.