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'Nadie puede parar los ataques suicidas'

Abdelaziz Rantisi, 54 años, es el responsable del aparato político de Hamás, la organización fundamentalista más importante de los territorios palestinos, motor de la oposición y punta de lanza de la Intifada. Su negativa a acatar el alto el fuego decretado por la Autoridad Nacional Palestina el pasado 26 de septiembre y reiterado en un discurso difundido por televisión el pasado domingo, ha colocado a Rantisi, a su organización y a todos sus militantes en una situación de claro enfrentamiento a Yasir Arafat que ha decretado el cierre de todos los locales de la formación integrista y el arresto de sus más destacados dirigentes y militantes.

La confrontación entre Arafat y Hamás ascendió ayer por la madrugada un nuevo peldaño cuando las fuerzas de seguridad palestina trataron de arrestar a Rantisi en su casa, y la población se lanzó a la calle frustrando así una operación que según él venía dictada desde 'Israel y los Estados Unidos'.

No hay peligro de guerra civil en Palestina. Pero no nos vamos a dejar intimidar por Arafat
Es falso que vayamos a detener las acciones suicidas. Seguirán hasta el fin de la ocupación
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Rantisi es oficialmente un fugitivo de la justicia palestina, que ha dictado contra él una orden de búsqueda y captura, pero en realidad el líder fundamentalista se encuentra en su casa, convertida en un baluarte, defendida por los militantes integristas, que se muestran dispuestos a no dejar que la policía lleve a término su cometido.

La situación es delicada y amenaza con hacer estallar por los aires el precario equilibrio interno de la sociedad de Gaza y Cisjordania, unida hasta ahora en un objetivo común; la lucha contra el ocupante, la proclamación de un Estado independiente y el establecimiento de Jerusalén Este como capital.

Pregunta. Usted se ha convertido para la justicia palestina en un fugitivo. ¿Esto quiere decir que no se va a dejar detener?

Respuesta. Los hombres de Hamás no nos vamos a dejar detener. Por tres razones: en primer lugar, porque no hemos hecho nada, en segundo lugar porque la orden de arresto está firmada por Israel y Estados Unidos y, en tercer lugar, porque nuestra detención lo único que haría sería debilitar al pueblo palestino, sobre el que el primer ministro israelí Ariel Sharon podría imponer todo tipo de coacciones.

P. ¿Se da usted cuenta de que está entrando en clara colisión con el presidente Arafat?

R. Le contestaré con otra pregunta. ¿Quién ha ordenado mi detención, la Autoridad Palestina o Israel? ¿A quién favorece mi detención y la de todos los miembros de la organización de Hamás?

P. ¿En su opinión, Arafat se está equivocando de táctica?

R. Lo que debe hacer el presidente Arafat en vez de practicar arrestos, es hacer lo posible por unificar esfuerzos, colocándonos a todos en la misma trinchera, frente a los israelíes.

P. ¿No tiene usted miedo de que esta situación de enfrentamiento con la Autoridad Palestina sea el germen de una guerra civil en los territorios palestinos?

R. De ninguna manera. Ninguno de nosotros ha llamado al enfrentamiento armado contra la otra parte. No hay peligro de guerra civil. Rechazamos además todas las maniobras tendentes a arrastrarnos hacia una escalada. Pero al mismo tiempo no estamos dispuestos a dejarnos intimidar por la Autoridad Nacional Palestina y a dejarnos detener.

P. ¿Quiere eso decir que está llamando a la resistencia?

R. Vamos a resistirnos de manera incruenta; con piedras. Ya lo hicimos antes y volveremos a hacerlo ahora. Vamos a utilizar estos medios, conscientes de que no van contra la Autoridad Nacional Palestina, sino contra la potencia extranjera que ha firmado la orden de nuestros arrestos.

P. ¿Pero lo dicho hasta ahora por usted no se contradice con las voces de Hamás, que en las últimas horas hablan de parar los atentados suicidas contra Israel?

R. Dígame quién ha dado la orden de parar las acciones suicidas contra Israel y le desmentiré la información. Es falso. Absolutamente falso. Hamás no ha llamado a detener las acciones bélicas contra los ocupantes. Es estúpido pensar además que pudiera haber enfrentamientos y disensiones en el interior de nuestra organización como algunos insinúan.

P. ¿Esto quiere decir que está a favor de las acciones suicidas, de los hombres bombas?

R. Los atentados suicidas no son más que la respuesta a la violencia, a los bombardeos y a los asesinatos de Israel. Le aseguro una cosa: si tuviéramos tanques, aviones o helicópteros no efectuaríamos este tipo de ataques contra los israelíes.

P. ¿Está usted dispuesto a apoyar el fin de los ataques suicidas contra Israel, sí o no?

R. No hay nadie que los pueda parar.

P. ¿Entonces hasta cuándo?

R. Hasta el fin de la ocupación. Es lo que siempre hemos dicho.

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