El PP fuerza un debate para abroncar al PSOE por la visita a Marruecos

El PP contraatacó ayer en el Congreso la estrategia del PSOE y otros grupos de la oposición de renunciar a votar importantes leyes orgánicas por la actitud del Gobierno, que ellos califican de soberbia, provocando una bronca sobre las supuestas incongruencias de los socialistas con respecto a Marruecos. La diputada del PP Ángeles Muñoz aprovechó un asunto de trámite sobre un convenio de relaciones laborales con Marruecos, pactado hace meses, para acusar al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, de mantener 'cinco posturas diferentes' sobre el país vecino que acaba de visitar. La argucia del PP fue agriamente criticada por el PSOE, que no encontró amparo de la presidenta de la Cámara para defenderse.

En el último pleno escoba del periodo de sesiones, cuando se abordaba aparentemente de corrido el punto 60 del orden del día, referido a un acuerdo de mano de obra entre España y Marruecos (firmado en una comisión parlamentaria por los partidos mayoritarios el pasado 25 de julio), el PP abrió un nuevo frente de confrontación con el PSOE por el reciente y polémico viaje de Rodríguez Zapatero. El asunto resultó lo de menos. Convenios similares para regular esas relaciones laborales se han suscrito otros cinco con diferentes países, y el PSOE no ha presentado objeciones.

La diputada del PP Ángeles Muñoz, portavoz parlamentaria en materia de inmigración, no quiso limitarse al orden del día. Tomó sus manuscritos y leyó una dura intervención en la que compaginó la defensa del convenio bilateral con la crítica a las 'cinco posturas diferentes' del PSOE con respecto a Marruecos. Lamentó el viaje de Rodríguez Zapatero 'sin el consentimiento' del Gobierno, le reprochó no haber hecho caso de las recomendaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores y subrayó distintas opiniones de socialistas relevantes, como el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, o de la ex ministra Cristina Alberdi, para destacar las supuestas contradicciones existentes en ese partido en esta cuestión, especialmente sobre el Sáhara.

Las derivaciones de Muñoz sobre el acuerdo en discusión provocaron una oleada de abucheos y protestas airadas desde los bancos socialistas. La parlamentaria del PP no se acobardó ante los gritos que despertó su alocución: 'Y ahora tenemos la gran incongruencia, la de Manuel Chaves, que no es que sea una postura diferente del resto, sino que él sólo tiene tres diferentes: primero organizó en el Parlamento andaluz un referéndum por la autodeterminación, luego reconoce que fue un error y a continuación anuncia que no va a firmar un convenio de colaboración con los programas de cooperación con Marruecos. Para colmo anuncia que también viajará a Marruecos'.

Esa preparada salida de contexto de Muñoz hizo levantarse de su escaño al portavoz del PSOE, Jesús Caldera, quien acusó a la presidenta de la cámara, Luisa Fernanda Rudi, de no proteger los derechos de su grupo y pidió la palabra por el artículo 71.3 del reglamento, al sentir ofendido el decoro y la dignidad de su partido. Rudi se la negó al argumentar que la intervención de la diputada del PP no se produjo 'de forma distinta a como se vienen desarrollando los debates en los últimos meses en el hemiciclo'.

Caldera instó entonces a Rudi con cierta carga de profundidad a leer e interpretar 'si era capaz' el artículo 102 que la faculta para poder exigir que los debates se centren en el asunto programado. Rudi contestó con flema: 'No es preciso que dé lectura del artículo porque lo tengo delante y hasta ahora mis conocimientos sobre leer un texto no los he perdido todavía'.

Tampoco le dio la palabra. Concluyó la discusión tras proferir el diputado del PP Juan José Matarí un exabrupto contra Caldera que se recibió como un rugido: '¡Qué se vaya fuera!'. El convenio se votó. El PSOE renunció a expresar su respaldo y sus diputados volvieron a levantar las manos en señal de atraco a sus derechos como habían programado para el resto de las importantes leyes impulsadas con la mayoría absoluta del Gobierno. IU se abstuvo por su crítica a la política de inmigración del Ejecutivo.