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EE UU prohíbe la descarga de ocho barcos de cítricos y alega un elevado índice de infección

El Gobierno norteamericano permitirá el transporte de la fruta con destino a Canadá

La visita iniciada ayer por ocho inspectores norteamericanos es la puerta que ha dejado abierta EE UU al cierre de la frontera a las clementinas. En una carta del 5 de diciembre, el departamento agrario estadounidense informó al ministerio español de la detección en Luisiana de ocho moscas del Mediterráneo vivas en dos frutas, unidas a dos casos anteriores y a un número 'anormalmente elevado' de moscas muertas. EE UU se negó ayer a aceptar la carga de tres barcos atracados en Delaware y de otros cinco que están en ruta, pero dejará que la fruta se lleve a Canadá en camiones.

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Los inspectores norteamericanos iniciaron ayer su primer día de trabajo en los distintos puntos de la cadena de comercialización de cítricos con destino a Estados Unidos. La expectación rodeó los primeros pasos de la delegación que recibió instruccciones de no realizar declaraciones. Los inspectores iniciaron sus comprobaciones con una visita a las instalaciones del Puerto de Sagunto en las que se almacenan los cítricos con destino a Estados Unidos. Según la información recibida de la visita, los inspectores abrieron un buen número de clementinas sin encontrar ningún problema de mosca del Mediterráneo. La delegación permanecerá en la Comunidad hasta el jueves.

Sin embargo, ayer se conocieron más datos sobre la argumentación norteamericana al veto citrícola. Una carta remitida por el departamento agrario norteamericano (USDA) al Ministerio de Agricultura, Estados Unidos informaba de la detección, el 4 de diciembre, de ocho Ceratitis capitata (mosca del Mediterráneo) en dos clementinas 'tratadas en frío procedentes de España'. La fruta pertenecía a la empresa exportadora Evyan y llegó al puerto de New Jersey el 21 de noviembre. La documentación del tratamiento no presentaba irregularidades. Una detección que se unió, según la carta, a los otros dos casos de mosca viva detectados en Maryland y Carolina del Norte. En su argumentación, el USDA añade que también se han encontrado un número 'anormalmente elevado' de moscas muertas, que aunque reconocen que no suponen riesgo alguno, indican que existe un nivel 'anormalmente alto de infección de mosca mediterránea en la fruta procedente de España en la presente campaña'.

El escrito continúa explicando que esta situación provocó la prohibición de entrada a las clementinas y que la medida afecta a 'todos los barcos que no han dejado puerto, los que vienen desde España y los que han llegado a los puertos de Estados Unidos, pero todavía no han descargado'.

Una medida, que la Administración española intentó cambiar para evitar las pérdidas más inmediatas, pero que ayer el gobierno norteamericano ratificó. En una carta enviada por la tarde a la Embajada de España, el USDA rechaza la posibilidad de descargar los tres buques de clementinas que están en aguas del estado de Delaware. Con esta decisión, además, el Gobierno también deja fuera los otros cinco barcos, uno de ellos atracado en la bocana del mismo puerto y los otros en ruta, que esperaban poder descargar su mercancía. El departamento norteamericano explica que sólo permitiría el tránsito vía camión dirigido a la exportación de clementinas a Canadá con una identificación que evite su reentrada en territorio de Estados Unidos. Además, en el escrito se muestra contraria a ampliar el tiempo de tratamiento de frío para las clementinas ni la temperatura, porque considera que no tiene datos que confirmen la eficacia de este tratamiento. El USDA asegura que mantendrá esta situación hasta conocer los resultados de las inspecciones.

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La prohibición obliga a los exportadores a buscar destinos alternativos para evitar pérdidas de alrededor de 4.000 millones de pesetas. Los exportadores intentaron, sin éxito, entrevistarse ayer con la titular de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin para plantear alternativas. La consejera se comprometió el lunes a ayudar al sector llegado el caso. Y la crisis parece haber llegado y el sector ahora espera soluciones. El problema al que se enfrenta el sector exportador es la elección de mercado. El envío de los cargamentos a Europa hundiría los precios y Canadá, país al que se envían entre 15.000 y 20.000 toneladas de clementinas cada año, no puede asumir las 20.000 toneladas que cargan los ocho barcos. El sector baraja opciones como Rusia o incluso Brasil y Hong Kong.

La consejera de Agricultura, ayer en Valencia, con un inspector de la delegación norteamericana.
La consejera de Agricultura, ayer en Valencia, con un inspector de la delegación norteamericana.SANTIAGO CARREGUÍ

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