El consumo en las ciudades argentinas cae un 50% por la falta de efectivo

El consumo en las grandes ciudades se redujo más del 50% desde el pasado lunes, cuando entraron en vigencia las restricciones monetarias impuestas por decreto del Gobierno argentino, que impiden a los ciudadanos extraer más de 250 pesos o dólares en efectivo de sus cuentas bancarias a la semana. Ante semejante freno a la economía, el presidente Fernando de la Rúa declaró ayer que 'se estudiará la flexibilización de las medidas' de emergencia tomadas el último fin de semana que evitaron el colapso del sistema financiero. El Banco Central confirmó que entre el pasado jueves y el viernes se fugaron más de 1.300 millones de dólares de los depósitos a plazo fijo y de las cajas de ahorro.

Los comerciantes dedicados a la venta de ropa de marca del centro de la ciudad de Mendoza, al oeste del país, aseguran que no vendieron 'nada'. Las cámaras de pequeños y medianos empresarios reunidas en la Unión Industrial y Comercial de la provincia dieron instrucciones de pagar con sus ingresos los salarios, además de los servicios básicos que necesitan para mantener sus negocios o fábricas funcionando.

Los bancos abrieron ya más de 100.000 nuevas cuentas de ahorro para poder operar con tarjetas de débito o crédito, pero la bancarización de la vida cotidiana es un proceso lento. Mientras tanto, el dinero en efectivo es reemplazado por operaciones de trueque o papel pintado. En 17 de las 23 provincias argentinas ya circulan las Letras de Cancelación de Obligaciones Provinciales (Lecop), con las que el Gobierno central pagó deudas atrasadas con las provincias. A esas letras deben sumarse los bonos de deuda que emite por su cuenta cada administración. Se estima que hay en total unos 2.000 millones de títulos emitidos que se ofrecen y aceptan en reemplazo del peso.

Las centrales sindicales decidían ayer la convocatoria a una huelga general para la próxima semana. Según los datos oficiales, 500.000 personas han perdido su trabajo en el último año y la cantidad de desempleados asciende ya a 2.500.000 personas, un 18,2% de la población económicamente activa.