Las bebidas subirán hasta 0,25 euros el litro por el alza del impuesto del alcohol

Los consumidores tendrán que desembolsar unos 0,25 euros más (42 pesetas) por un litro de whisky, ginebra o ron a partir de 2002 tras la subida de un 8% de los impuestos que gravan el consumo del alcohol que prepara el Gobierno, según los cálculos de la Federación Española de Bebidas Espirituosas. Los fabricantes advirtieron ayer de que el alza amenaza con golpear las ventas y disparar el fraude. No sólo se encarecerán las bebidas alcohólicas. Correos subirá una media del 2,46% el precio de los sellos.

La oleada de subidas de impuestos que ultima el Gobierno (gasolinas, tabaco, alcohol) se trasladará a los usuarios. Pero mientras que es poco probable que la mayoría deje de conducir o fumar por estas alzas, los fabricantes temen una caída de la demanda de licores. 'Ojalá se recauden más impuestos, significaría que las ventas han subido', indicó ayer Vicente Dalda, director-portavoz de la Federación Española de Bebidas Espirituosas, en conferencia de prensa. 'No obstante, en momentos de desaceleración económica como el actual, el consumo es el primer afectado, sobre todo a la hora de salir de copas o ir a un restaurante', puntualizó. El 70% del consumo de bebidas alcohólicas se produce en los locales.

El Gobierno ha introducido durante la tramitación de la Ley de Presupuestos en el Senado un alza de entre el 8% y el 8,7% del impuesto especial que grava el consumo del alcohol. En la práctica, la medida supondrá una subida del precio de 0,25 euros para el litro de un licor de 40% de alcohol puro, por ejemplo, ginebra. Ahora se pagan 2,74 euros (456 pesetas) por litro en concepto de impuestos especiales. Con la nueva subida, aumentará hasta los 2,96 euros, según los cálculos del sector. Después hay que aplicar otro aumento del 16% por IVA. En total, 3,43 euros (571 pesetas) o 0,25 euros más por litro. Respecto al vino y la cerveza, es díficil estimar las subidas. A grandes rasgos, una caña se encarecerá un peseta.

Al compás de la inflación

La justificación del Ejecutivo, que se enfrenta este año a un nuevo sistema de financiación autonómico que le costará 350.000 millones de pesetas más que el anterior, se basa en que los impuestos especiales se han mantenido invariables desde 1996, cuando aprobó un alza del 26,5%. Los fabricantes responden que la inflación acumulada en los últimos cinco años ha sido del 16,7% y aún 'quedaba margen' para congelar el impuesto, que supuso una recaudación de 784,66 millones de euros en 1999.

Los fabricantes exigen al Gobierno una planificación fiscal a cinco años vista para evitar sorpresas y que establezca por ley un periodo máximo de 30 días para que sus clientes (bares, restaurantes, supermercados) paguen a sus proveedores una vez entregado el pedido. Además de la caída de las ventas, el otro temor reside en un aumento del fraude. Dalda señaló que la mitad del alcohol que se comercializa en Suecia, el país que más impuestos paga por el alcohol, se vende al margen del fisco.

Los sellos también serán más caros el año próximo. Su precio crecerá de media un 2,46%, un céntimo de euro, según declaraciones del presidente de Correos y Telégrafos, Alberto Núñez-Feijóo, recogidas por Efe. Esta subida se une a las últimas anunciadas para los billetes de Renfe, el impuesto del tabaco y el IVA del butano y las autopistas.