Comediants celebran 30 años repletos de proyectos
Un día de noviembre de hace 30 años, varios amigos se encontraron en un bar barcelonés. Todos ellos eran alumnos de una escuela privada de teatro y llevaban tiempo acariciando un proyecto: crear su propia compañía. La cena informal sirvió como acta de fundación de uno de los grupos más emblemáticos del teatro de Cataluña, Comediants, que tres décadas más tarde sigue repleto de vida y de proyectos. Anoche el grupo estrenó en Barcelona su último espectáculo, Bi, que llegará a Madrid dentro de un año tras una gira por España, Suramérica y China, y tiene encargos de varios países.
No fue hasta el mes de junio de 1972 cuando Comediants estrenó su primer espectáculo, Non plus plis, y por este motivo la compañía ha decidido aplazar la conmemoración del 30º aniversario hasta el próximo verano. Pero para sus fundadores, con el director Joan Font a la cabeza, el día de su fundación sigue siendo el simbólico punto de arranque del grupo. Font hace un balance extraordinariamente positivo de la historia de Comediants: 'Un sueño porque no nos podíamos imaginar que nuestra vida sería tan larga; aún hoy no me lo creo'.
Joan Font estudia la propuesta de colaborar en las ceremonias de los JJ OO de Pekín
En opinión de Font, la existencia del grupo ha sido tan feliz 'porque tuvimos una infancia muy buena'. Con el tiempo, Comediants vio cómo su trabajo iba cobrando su sello característico y su prestigio crecía. Los Juegos Olímpicos de Barcelona, la Compañía Nacional de Teatro Clásico, el Liceo y entidades diversas de Holanda, Italia y Francia son una muestra de los lugares en los que se han requerido los servicios del grupo.
'No sabría decir cuántos espectáculos hemos creado. Más de 30, sin contar los numerosos montajes que hemos preparado para actos concretos', señala el director. En medio del ajetreo que supone estrenar un espectáculo, aunque ya esté tan rodado como Bi, Font estudia la propuesta recibida en China (el espectáculo se estrenó en Pekín el pasado julio) para que colabore en las ceremonias de los Juegos Olímpicos que se celebrarán en el país. Pero no tiene demasiado tiempo para dedicarle a la propuesta porque hay varios montajes en marcha: por una parte, prepara simultáneamente tres espectáculos (sobre el agua, la magia y la luz, respectivamente) para un parque temático del sur de Italia; además, debe dirigir una ópera para la próxima edición del festival de Peralada. Y a finales del año próximo tiene que presentar otro espectáculo en, precisamente, la nueva sede del Teatre Lliure.
Babelia
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