Prodi urge la creación de una policía de fronteras y antiterrorista
El presidente de la Comisión lee la cartilla a los líderes europeos
Los líderes europeos conceden escaso protagonismo a Romano Prodi, pero el presidente de la Comisión Europea no deja vez de fustigarles. Ayer aprovechó un discurso sobre los desafíos de la Unión Europea para restregarles por la cara que tardan mucho en tomar decisiones, no hablan con una voz en política exterior, abusan del veto, mantienen una intolerable inseguridad en el transporte y apenas avanzan en el ámbito de la justicia social.
Entre las propuestas que hizo Prodi destaca la creación de una policía europea de fronteras y antiterrorista. 'Decidamos si queremos seguir en el camino de la integración de Europa o si preferimos dejar que se vacíe poco a poco de contenido', advirtió Prodi en el Colegio de Europa en Brujas, donde se forman futuros técnicos y funcionarios de la Unión. Bajo ese principio, el presidente de la Comisión señaló que 'desde el 11 de septiembre el mundo es más difícil de gobernar', pero que por eso hay que reaccionar decididamente.
Éstos fueron algunos de los capítulos y críticas expuestos por Prodi:
- Decisiones con retraso. 'Demasiados ciudadanos consideran Europa como una entidad alejada, abstracta y compleja', pero es difícil verla de otro modo 'mientras los grandes discursos públicos sobre el futuro son seguidos de noches de negociación encaminadas a defender unos privilegios' o cuando se tardan 'meses o años' en adoptar decisiones 'anunciadas ante miles de periodistas'.
- Una sola voz. Europa debe reaccionar ante el agravamiento de las desigualdades en el mundo y favorecer el diálogo Norte-Sur, con especial dedicación al mundo musulmán. En Oriente Próximo, Europa debe 'emprender una acción mucho más importante que en el pasado'. En el Mediterráneo, como ha propuesto el presidente del Gobierno español, José María Aznar, sería conveniente crear un banco de desarrollo mediterráneo. Pero Europa 'no podrá contribuir a la paz y estabilidad del mundo' de acuerdo con su peso económico mientras 'no actúe de forma unida'. 'La Comisión denunciará toda iniciativa que pueda comprometer la unidad de acción europea' .
- Ampliación. 'Es la prioridad de esta Comisión'. Dentro de un año, la UE evaluará qué países pueden acceder a la Unión, pero 'no estamos ciegos ni sordos ante los temores que puede despertar este proceso', y especialmente el de la seguridad.
- Policía europea. 'Europa no quiere ser una fortaleza asediada', pero 'el control de las fronteras exteriores es un elemento indispensable para la seguridad interior y la confianza de los ciudadanos'. Por eso, reclama 'la creación de una policía europea integrada para luchar contra el terrorismo y el crimen organizado'.
- Código de conducta. El euro ya es un éxito para la economía europea, pero 'unas políticas presupuestarias unilaterales serán siempre menos eficaces' y tendrán efectos negativos para la zona euro y la credibilidad de la política monetaria. 'Nos hace falta un código de conducta que dé una coherencia global a la política económica de la zona euro' para definir 'los principios de las políticas económicas de los Estados'. La Comisión presentará una propuesta.
- Escasos avances. 'La estabilidad y la coherencia macroeconómica no son suficientes para garantizar niveles de crecimiento y empleo'. 'Europa no está obligada a elegir entre eficacia y justicia social'. En marzo de 2000, la UE pactó una serie de reformas para mejorar la competitividad y el empleo, pero constata 'el escaso progreso hecho desde entonces', por lo que resulta 'esencial' que haya avances concretos en la cumbre de Barcelona de primavera.
- Situación intolerable. Los recientes accidentes en túneles ponen de manifiesto la necesidad de contar con 'normas nuevas y más severas'. 'No podemos tolerar esta situación; los ciudadanos no lo comprenderían'.
No al derecho de veto
El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, propuso también una serie de reformas inmediatas para las instituciones europeas en su conferencia ante el Colegio de Europa en Brujas. Sostiene Prodi que las reuniones del Consejo de la Unión Europea en funciones legislativas 'deberían ser abiertas al público'. Además, en una gran Europa ampliada 'no podrá seguir existiendo el derecho al veto', salvo que queramos arriesgarnos a la 'parálisis'. La Comisión ya se ha enfrascado en una profunda reforma interna, pero, 'francamente, no veo todavía a las demás instituciones en la misma disposición'. La Comisión cumple. Afirma Prodi: 'Trabaja con pasión, tenacidad y competencia', pero hace falta 'un nuevo impulso' en la Unión Europea que no puede dar solo el Ejecutivo comunitario.
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