Agricultura se queda sin presupuesto para posibles casos de 'vacas locas' en 2002
El departamento ha implantado un seguro ganadero que está subvencionado en un 80%
El Ministerio de Agricultura no tiene asignada ninguna partida para resolver cualquier problema que se pueda plantear con la crisis de las vacas locas u otras situaciones excepcionales en 2002, de acuerdo con el proyecto de Presupuesto remitido al Congreso. El departamento sólo dispone de un colchón de 1.500 millones de pesetas en el Fondo Español de Garantía Agraria (Fega), después de haber acabado con todo el dinero que tenía a su disposición. La única alternativa ha sido la implantación del seguro ganadero por la enfermedad de las vacas locas donde la subvención llega al 80% del importe total.
A diferencia de la política seguida en el ejercicio actual, en el caso de la enfermedad de las vacas locas, el ministerio dejará de aportar fondos para actuaciones como la retirada de animales o destrucción de residuos para su transformación en harinas.
Con vistas al sector agrario, la alternativa ha sido la implantación del seguro ganadero por la enfermedad de las vacas locas donde la subvención llega al 80% y para el que se aportan unos 4.000 millones de pesetas. Los actuales costes de transformación de residuos y elaboración de harinas se estima que deberán ser asumidos por los mataderos y los industriales, aunque no se repercutirán en los productores de vacuno bajando los precios.
Caso de producirse un rebrote en la enfermedad de las vacas locas o cualquier otra situación excepcional que afectara a la política de este departamento, Agricultura llevaría a cabo alguna actuación similar a la acometida en los últimos meses, como el pago de esos gastos extraordinarios con fondos aportados conjuntamente por varios ministerios.
De acuerdo con los datos manejados por la Administración, a la primera semana de este mes, la enfermedad de las vacas locas en España había supuesto un coste total para el Ministerio de Agricultura, contando también las subvenciones previstas pero no recibidas aún de la Unión Europea, de 108.000 millones de pesetas.
A esa cifra se suman otros 15.000 millones de Medio Ambiente y 300 millones de Sanidad. De esa cifra, la financiación del Ministerio de Agricultura y el Fega fue de 62.000 millones de pesetas.
Parte de esos fondos, 18.000 millones de pesetas, los obtuvo el Ministerio de Agricultura vaciando las arcas de la empresa pública Tragsa (15.000 millones de pesetas) y 3.000 millones en Mercasa. Por la aportación de fondos de varios ministerios se obtuvieron otros 13.400 millones de pesetas. El resto de los fondos procedieron de diferentes partidas 'colchón' de las que disponía, sin utilizar, el Ministerio de Agricultura, pero que en este momento se han quedado a cero.
Según los datos manejados por el propio Ministerio de Agricultura, las vacas locas han dejado al departamento limpio de reservas o margen de maniobra. A ello se suma un proyecto de presupuesto para 2002 marcado por un ajuste duro a la hora de abordar la política agraria nacional.
Para UPA, esos datos ponen de manifiesto que una cosa es la política oficial, la que se proclama en los programas y otra la realidad de un departamento donde en lugar de incrementarse se recortan los recursos para estos fines
Del presupuesto de 1,265 billones de pesetas del ministerio para el próximo año, el 88,27% son fondos que llegan como subvenciones comunitarias por diferentes vías. La aportación española es de 230.883 millones de pesetas, lo que supone, aplicada la inflación, un crecimiento del 1%.
Para el Plan Nacional de Regadíos los recursos bajan de 39.829 a 30.158 millones de pesetas, fondos que en todo caso se consideran suficientes para ese ejercicio.
Los recursos para los controles del Fega pasan de 13.087 a 10.000 millones de pesetas. En medios oficiales no se estima importante ese recorte al disponer ya de todos los mecanismos de control en marcha.Sorprende en medios agrarios que los fondos para comercialización, calidad, seguridad alimentaria y competencia hayan bajado de 11.546 a 10.659 millones de pesetas cuando son acciones fundamentales para defender las rentas agrarias. Bajan igualmente de 14.000 a 12.470 millones los fondos para mejorar la calidad y competitividad de la producción agrícola, así como el fomento del asociacionismo, algo que no se explica en la coyuntura actual. Aumenta finalmente de 17.414 a 20.132 millones la partida para mejorar la competitividad y la calidad de la producción ganadera, algo que se ve positivo, pero por debajo de lo que sería necesario.
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