El plan argentino devuelve la esperanza
Por primera vez en dos años, Fernando de la Rúa recibe más apoyos que críticas a una iniciativa de su Gobierno
Soleado y en calma. Argentina era ayer un país que podía disfrutar, tras meses de incertidumbre, tensión y lluvias incesantes, de un par de días de buen tiempo y de cierto alivio después de que el Gobierno anunciara el jueves pasado la firma de un decreto urgente, al que se reconoce, por fin, la categoría de verdadero plan económico. Mientras el Gobierno intenta acelerar las negociaciones para obtener el apoyo esencial de las provincias a su plan contra la crisis, en las calles se percibe el temor a creer que esta vez hay motivos para la esperanza.
Por primera vez en dos años, el presidente Fernando de la Rúa recibe más apoyos que críticas a una iniciativa de su Gobierno. Era tal la debilidad política, el descrédito y la desilusión de la sociedad, que la sola formulación de un plan económico para combatir tres años de recesión mejoró levemente su imagen en los primeros sondeos de opinión. El nuevo plan, que se propone ahorrar unos 4.000 millones de dólares, está basado en la rebaja de las tasas de interés del 11% de promedio al 7% en los títulos de la deuda pública y otras medidas complementarias de apoyo a los sectores productivos. De la Rúa debe salvar ahora dos escollos: conseguir que el Fondo Monetario Internacional respalde el plan y adelante a este año parte de las ayudas comprometidas (estimadas en 3.000 millones de dólares) y convencer a las provincias.
La oposición peronista, que gobierna las provincias más importantes y desde el próximo diciembre tomará el control en ambas Cámaras del Parlamento, ha manifestado su adhesión de forma más clara que la propia Unión Cívica Radical, el partido de Gobierno desde que se fracturó la coalición con el Frepaso, el frente que integró la Alianza en el poder. 'El Partido Justicialista hará todo lo que tenga que hacer para ayudar al Gobierno a consolidar su plan', aseguró el ex gobernador peronista de la provincia de Buenos Aires y senador electo Eduardo Duhalde.
Pero los líderes peronistas distinguen a De la Rúa de su ministro de Economía, Domingo Cavallo, con quien se han enfrentado en las dos últimas semanas por el reparto de la recaudación de impuestos. Sin un nuevo pacto fiscal, el plan del Gobierno no tendrá el necesario apoyo político. El diputado Jorge Remes Lenicov, candidato a ministro de Economía en un futuro Gobierno peronista, advierte sobre la necesidad de lograr ese acuerdo entre mañana y el martes. El ex presidente Raúl Alfonsín consultó a los sectores del radicalismo antes de fijar la posición del partido en un comunicado titulado Respaldo al necesario cambio de rumbo.
Los empresarios también respaldan el plan. Ignacio de Mendiguren, presidente de la Unión Industrial Argentina, se lamenta, sin embargo, del tiempo perdido: 'Estamos de acuerdo, porque éstas eran las medidas que reclamábamos desde hace cuatro años, pero uno no puede dejar de lamentarse por las miles de pequeñas y medianas empresas quebradas que se podrían haber salvado'. Héctor Aure, organizador de actos promocionales para empresas, asocia el plan a 'una mano invisible' que le salvó a él y a millones de ciudadanos de caer en el abismo de la ruina económica. Pero cree que deberán pasar años antes de que la esperanza sea otra vez un estímulo. 'En realidad, nos han vendido nuevamente una ilusión', indica.
Óscar Martínez, uno de los mejores actores del país, se ha planteado buscar contactos de trabajo en España. 'De seguir así, nuestro oficio tiende a desaparecer', dice. 'Y no se trata sólo de dinero; se pierde el espíritu, y uno siente cómo día a día se le va todo de las manos'.
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