Berlusconi, molesto con la UE, busca acercarse al Gobierno de EE UU

Harto de las continuas críticas que le prodigan sus colegas de la UE (resuenan aún los ecos del varapalo verbal recibido a cuenta de su mención a la superioridad de Occidente) y disgustado por la exclusión de que fue objeto en la reunión tripartita -Francia, Reino Unido y Alemania- previa a la reciente cumbre de Gante, Silvio Berlusconi ha decidido enseñar los dientes a Europa. La primera víctima de la irritación de Il Cavaliere parece ser el Airbus A400M, el avión de transporte militar europeo.

El Ejecutivo italiano no ha dicho aún la última palabra sobre el tema, pero el ministro de Defensa, Antonio Martino, ha dado ya calabazas al A400M. 'Después del 11 de septiembre, Italia necesita controlar su propio espacio aéreo, invertir en radares, en aviones de combate y de reconocimiento, y no en aviones de transporte que ni siquiera sabemos pilotar', dijo Martino la semana pasada en la Cámara baja.

Para el portavoz de los diputados del Partido de los Demócratas de Izquierda, Luciano Violante, 'el abandono de un proyecto de cooperación como el del Airbus A400M tiene que ver con el modelo elegido por el presidente Berlusconi, que privilegia las relaciones con Estados Unidos'. Los últimos gestos de Il Cavaliere parecen darle la razón. La determinación de convertirse en uno de los principales aliados de Washington en Europa es patente en el interés con que el Gobierno de Berlusconi, pese a las estrecheces económicas del momento, se dispone a combatir las tramas financieras nacionales ligadas presuntamente a Osama Bin Laden.

Unidad especial

El ministro italiano de Economía, Giulio Tremonti, ha anunciado que su departamento se dispone a poner en marcha una unidad especial integrada por 600 especialistas -desde funcionarios del Banco de Italia hasta miembros de la Guardia de Finanza- dedicada exclusivamente a interceptar y destruir las entidades radicadas en Italia que forman parte de la red de financiación de Al Qaeda.

Con todo, el gesto filoamericano más elocuente del Gobierno italiano se verá el próximo 10 de noviembre, día elegido por Berlusconi para mostrar el apoyo a EE UU con una manifestación contra el terrorismo. El Gobierno espera reunir a un millón de personas en Roma y ha pedido a los participantes que no se olviden de llevar la bandera de las barras y estrellas.