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El Nobel de Química premia un método de creación de moléculas

El proceso facilita la producción de fármacos

Los científicos que fueron pioneros en poner a punto un método que ha permitido sintetizar moléculas muy importantes en medicina y en biología, como la L-dopa utilizada contra el Parkinson, fueron premiados ayer con el Nobel de Química. Los estadounidenses William S. Knowles y Barry Sharpless y el japonés Ryoji Noyori desarrollaron la catálisis asimétrica, que se utiliza en la síntesis industrial de productos farmacéuticos y otras sustancias biológicas activas. Según la Real Academia de Ciencias de Suecia, los premiados 'han abierto un campo de investigación completamente nuevo'.

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La mitad del galardón, dotado con 171 millones de pesetas, la comparten Knowles y Noyori por sus trabajos sobre 'las reacciones de hidrogenación catalizadas por quiralidad' y la otra mitad se le ha otorgado a Sharpless por las reacciones de oxidación del mismo tipo. Knowles tiene 84 años y está jubilado tras haber trabajado en la empresa Monsanto (Misuri, EE UU). Noyori tiene 63 años y trabaja en la Universidad de Nagoya (Japón), mientras que Barry Sharpless tiene 60 años y está actualmente en el Instituto Scripps (California, EE UU).

Algunas moléculas existen en dos formas de orientación espacial (quiralidad) opuestas. Una molécula de derechas puede resultar beneficiosa como tratamiento médico mientras que la misma molécula de izquierdas puede ser perjudicial. Lo que los científicos premiados han conseguido es utilizar determinadas moléculas, también quirales, para catalizar (hacer más veloz) la producción de moléculas todas de izquierdas o todas de derechas, algo crucial cuando se trata de un proceso industrial de producción de un fármaco, por ejemplo. Un ejemplo fue la talidomida, el medicamento supuestamente útil para el tratamiento del malestar de las embarazadas que no tuvo en cuenta este factor y dio lugar en los años sesenta al nacimiento de numerosos niños con extremidades deformes.

Parkinson

El trabajo de Knowles abrió el camino para llegar a medicamentos como la L-dopa (precursor de la dopamina levógiro u orientado a la izquierda, el primer medicamento utilizado contra el Parkinson) y también antiinflamatorios y medicamentos cardiovasculares. Noyori continuó esta línea de investigación y puso a punto los catalizadores quirales modernos que han tenido múltiples usos. En 1984, por ejemplo, Noyori sintetizó una hormona y el método que utilizó se usó después para crear el mentol como agente aromático en dulces. Mientras tanto Sharpless hacía el mismo camino en reacciones de oxidación.

Ayer, Noyori manifestó su esperanza de que este premio incitará a los japoneses a ser más ambiciosos a escala mundial en el ámbito de la investigación científica. 'Pienso que nuestro país podría tener una mayor presencia intelectual internacional', aseguró en la universidad deNagoya, donde trabaja desde 1972. Es el segundo año consecutivo que un japonés obtiene el Nobel de Química, ya que lo obtuvo Hideki Shirakawa el año pasado.

Knowles, por su parte, aseguró ayer a Reuters que su trabajo premiado lo consiguió porque su empresa le permitió hace cuatro decenios dedicarse a la investigación básica. 'Estaba buscando una nueva herramienta para la química, una nueva forma de agrupar moléculas', dijo este científico desde su casa en los alrededores de St. Louis. Knowles aseguró que no esperaba obtener el Nobel y que no sabe lo que va a hacer con el dinero (una cuarta parte de los 171 millones de pesetas con los que está dotado).

Historia romántica

La mitad del premio fue para Barry Sharpless, que ayer explicó en San Diego que todo empezó en un laboratorio de California con una pincelada de pintura blanca y un poco de vino. 'Es una historia romántica', dijo. En 1980 en la universidad de Stanford él trabajaba con Tstuomu Katsuki y se le ocurrió utilizar titanio (presente en la pintura blanca) y ácido tartárico (del vino) como catalizador para añadir átomos de oxígeno a las moléculas y producir millones de ellas, todas con la misma orientación espacial, mediante oxidación. El procedimiento se utilizó luego para hacer más veloces las reacciones químicas necesarias en la producción de medicinas del tipo de los betabloqueadores, pero la aplicación más inmediata fue mucho menos trascendente: una patente que dio lugar a trampas que atraín a sexualmente a cierta especie de mariposas.

El premio para los artífices de este nuevo campo de investigación no ha resultado una sorpresa para los químicos. Incluso Sharpless reconoció ayer que desde hace 20 años le están tomando el pelo con la posibilidad de que le dieran el premio. En España, Ernesto Carmona, sin embargo, ha echado en falta entre los premiados al francés Henri B. Kagan.

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