En el tradicional discurso del Nou d'Octubre, el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, dio por superadas las disputas sobre los signos de identidad de los valencianos e instó a 'mirar hacia adelante' para 'conquistar un futuro de crecimiento, de bienestar y prosperidad'. La oposición criticó con dureza el discurso.
La lluvia cayó ayer con fuerza en el norte y sur de Castellón, en Valencia, su área metropolitana y puntos de la comarca de La Ribera. La tormenta provocó atascos kilométricos en los accesos a Valencia, inundó calles y bajos comerciales en varios municipios y estuvo acompañada por la formación de cuatro tornados en la costa.
El interventor del Ayuntamiento de Benidorm ha advertido de la necesidad de crear un órgano que lleve a cabo un 'control de eficacia' de las cuentas municipales. El funcionario advierte de que los gastos municipales crecieron el pasado año un 21% con respecto a 1999, mientras que los ingresos sólo se incrementaron un 8%.
NOU D'OCTUBRE
Eduardo Zaplana, dio ayer por concluidas las disputas sobre las señas identitarias de los valencianos. Según el presidente de la Generalitat, en este primer Nou d'Octubre del nuevo milenio, 'nos hemos unido en torno a unas señas que nos definen a todos y que reconocemos como propias'.
Una representación de la recién constituida Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) revistió ayer de normalidad la ofrenda de la Senyera al rey Jaume I. No obstante, el Día de la Comunidad no escapó a ciertas escenas residuales en las que se insultó a los 'académicos traidores' y se lanzaron monedas contra la comitiva.
Los actos institucionales y las procesiones cívicas con ocasión del Día de la Comunidad Valenciana tuvieron su correlato lúdico con la representación de fiestas medievales en las tres capitales de provincia, en las que participaron cientos de ciudadanos.
J. P. | Valencia
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LUCÍA GADEA
Un estudio descubre nuevos documentos sobre la refundación de Ibi protagonizada por 50 familias exiliadas de Xixona