El Festival de San Sebastián intentará suplir con buen cine el vacío de estrellas americanas

La 49ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián arranca hoy marcada por los ataques contra Nueva York y Washington, que han llevado a la mayoría de las grandes estrellas invitadas a suspender su viaje a la capital guipuzcoana en solidaridad con las víctimas de los atentados. Mikel Olaciregui, quien se estrena este año como director del certamen, minimiza este contratiempo 'ante lo ocurrido' en Estados Unidos y 'lo que puede desencadenar' en el futuro, al tiempo que destaca que 'la parte fundamental' de la muestra cinematográfica, que son las películas, está 'garantizada'.

Los temores de que la tragedia de EE UU iba a afectar al festival de cine donostiarra se hicieron realidad apenas 48 horas después de los atentados terroristas. La actriz Julie Andrews tenía previsto acudir mañana a San Sebastián a recoger el Premio Donostia, pero el jueves pasado comunicó a la organización del Zinemaldia que, 'mientras el mundo entero está de luto, sería un gesto de insensibilidad' por su parte 'participar en un acto festivo'. La famosa Mary Poppins no recogerá el galardón del festival ni llenará con su sonrisa el velódromo de la ciudad, donde tenía previsto presentar a los niños su última película, Princesa por sorpresa.

El mismo jueves pasado, la actriz norteamericana Barbara Hershey y el actor Anthony Lapaglia, intérpretes de la película australiana Lantana, así como la actriz Mira Sorvino, protagonista de The grey zone, engordaron la lista de ausencias. Los últimos en confirmar que no asistirán a San Sebastián han sido Glenn Close y Dermot Mulroney, protagonistas de The safety of objects, de Rose Troche, el filme que esta noche inaugurará precisamente la sección oficial del certamen.

A la espera de que otros actores, entre los que se encuentra Harvey Keatel, confirmen si acuden o no al festival, el director del certamen, Mikel Olaciregui, asumió ayer que esta edición se va a ver 'deslucida' por la ausencia de nombres conocidos del cine norteamericano, pero al mismo tiempo subrayó que 'hay que minimizar este efecto ridículo, aunque importante' para la muestra, 'en comparación con la tragedia que se está viviendo en Estados Unidos y, sobre todo, con lo que se puede desencadenar' en el futuro.

El antecesor

Olaciregui afronta su primer año al frente del Festival de Cine de San Sebastián con la falta de 'los rostros más conocidos' y el peligro de ser comparado con su antecesor en el puesto, Diego Galán, un profesional con gran carisma. También planea sobre el nuevo director el riesgo de que los trágicos acontecimientos de Estados Unidos ensombrezcan la atención informativa de la muestra cinematográfica, que el año que viene celebra precisamente su 50º aniversario.

En cualquier caso, el máximo responsable del certamen donostiarra, con talante optimista, aseguró que 'la parte fundamental' del festival, que son las películas, está 'garantizada'. Reconoció, no obstante, que los problemas de transporte generados por los atentados de EE UU podrían alterar el orden de proyección de los filmes de la retrospectiva de Frank Borzage, ya que, aunque las cintas que faltan por llegar a San Sebastián están localizadas, es posible que no lleguen a tiempo para ser pasadas en el orden establecido en un principio por el festival, de acuerdo con el tiempo en que se realizaron.

Olaciregui aseguró también que todas las películas de la sección oficial tendrán, 'de una forma u otra', representación, salvo la que procede de Hong Kong, Visible secret, de la directora Ann Hui, ya que 'corporativamente ha recibido la orden de no realizar viaje internacional alguno', explicó.

Quienes sí viajarán a San Sebastián son algunos 'importantes' realizadores de cine europeo, entre los que el director del festival citó a los franceses François Dupeyron y Laurent Cantet. Tampoco faltarán a la cita cinematográfica algunos rostros ya habituales, como Bernardo Bertolucci, quien acompañará a la directora Clare Peploe en la presentación de The triumph of love, o John Malkovich, que hará lo propio con Manoel de Oliveira y el filme Vuelvo a casa. Ambos trabajos se proyectarán en la sección Perlas de otros festivales.

Lo que por el momento va a buen ritmo es la venta de las entradas y los abonos para las numerosas proyecciones del festival, que comenzó el pasado fin de semana con el protagonismo de los más cinéfilos, que en algunos casos llegaron a comprar hasta 40 billetes para una sola persona.