Los trabajadores de Aerolíneas bloquean el aeropuerto internacional de Buenos Aires

"Si no vuela Aerolíneas aquí no volará nadie", advirtió el sindicalista Ariel Basteiro, secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), al tiempo que anunció a partir de ahora una radicalización de las protestas y el aislamiento de Argentina del resto del mundo por vía aérea. El primer vuelo afectado fue el de Iberia con destino a Madrid, previsto a las 21 horas, que fue cancelado ante la imposibilidad de los pasajeros de acceder a los mostradores de facturación, ocupados por trabajadores de Aerolíneas.

La Policía Federal intentó el desalojo del aeropuerto, lo que provocó escenas de tensión. En medio del desconcierto general, un avión de Aerolíneas fue colocado en la pista 1, lo que impedía la salida de los vuelos. Una hora antes, un portavoz del Gobierno había declarado que el aeropuerto de Ezeiza funcionaba con normalidad.

Paralelamente, en el Luna Park se celebró un multitudinario recital de apoyo a los trabajadores de la compañía, bajo el lema "Todos somos Aerolíneas", en el que participó una cincuentena de los más importantes cantantes y artistas argentinos.

El pulso entre el Gobierno español y argentino por Aerolíneas Argentinas decidirá antes del fin de esta semana el destino de la compañía aérea. La SEPI, que posee el 91,2% de la compañía, decidió ayer dejar de hacerse cargo del pago del combustible que Aerolíneas necesita para cubrir su ruta más importante y emblemática. Desde hoy mismo ya no salen aviones de la compañía desde Buenos Aires hacia Madrid, y en cuanto regrese el último avión desde la capital española a Argentina, ahí se quedará. Fuentes de la SEPI han asegurado que todos los vuelos "se reanudarán inmediatamente" en cuanto el sindicato de mecánicos aeronáuticos (APTA) de Aerolíneas acepte el plan de viabilidad diseñado para rescatar la compañía de la situación de quiebra.

El Gobierno respondió así a la exigencia del Ejecutivo de Fernando de la Rúa para que la SEPI restableciera las siete rutas internacionales (Los Angeles, Miami, Nueva York, Río de Janeiro, Sao Paulo, Auckland y Sydney) suspendidas la semana pasada.

El Ejecutivo argentino no se quedó atrás. Tras mantener una reunión con los sindicatos, a los que conminó a que acepten el plan de la SEPI, advirtió que si no se normalizan las operaciones está dispuesto a sacar a subasta las rutas suspendidas. "Si Aerolíneas Argentinas no vuela las rutas, cualquier otra firma tiene derecho a hacerlo, y eso sería la muerte de la empresa", dijo el ministro de Infraestructura, Carlos Bastos.

Fuentes de los sindicatos, apuntan que la compañía podría dejar de operar definitivamente el viernes próximo, fecha límite para el pago de los 13 millones de dólares (2.560 millones de pesetas) que Aerolíneas adeuda a la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) por el endoso de billetes a otras compañías durante los nueve días de la reciente huelga y por la suspensión de rutas. El más que probable impago de esta deuda -la SEPI ha dejado claro que no aportará más dinero mientras los sindicatos no acepten el denominado Plan Director- implicará que ninguna otra línea aérea` acepte a los pasajeros de Aerolíneas.

La reunión del lunes por la noche entre miembros del Gobierno y representantes de los siete sindicatos que representan a los 6.700 trabajadores no tuvo ningún resultado práctico.