Segundo intento de la UE de prohibir la publicidad del tabaco en prensa y radio

El comisario europeo de Sanidad y Consumo, David Byrne, cree que esta nueva directiva, que ahora deben examinar el Parlamento Europeo y el Consejo de ministros, podrá entrar en vigor en 2004 y confía en que supere los obstáculos jurídicos. Esta nueva propuesta sustituye a la directiva de 1998 anulada por el Tribunal de Luxemburgo en octubre pasado.

En un principio, la Comisión pensó que la sentencia del Tribunal le obligaría a redactar una directiva menos restrictiva con la publicidad en los medios impresos, pero, tras siete meses de análisis, Byrne cree que sólo debe renunciar a cuestiones menores. Algunas de ellas, como la publicidad en ceniceros, porque el Tribunal consideraba que se obstaculizaba el mercado interior; otras, como la publicidad en los cines, porque no es un producto transfronterizo. La publicidad en televisión ya está prohibida desde 1989.

El grueso de la nueva directiva que prohíbe la publicidad del tabaco queda, en lo sustancial, redactada en los mismos términos que la revocada. Los anuncios de tabaco estarán prohibidos en prensa tanto local como nacional y no se permitirá en publicaciones de países terceros que impriman ediciones para el mercado europeo. Sólo se permite en publicaciones especializadas dirigidas a los profesionales.

Las emisiones de radio, así como las páginas electrónicas elaboradas en la UE tampoco podrán llevar publicidad de tabaco. Y el patrocinio queda prohibido cuando en el acontecimiento participe más de un país de la Unión; quedan indultados, pues, los locales o nacionales. En el apartado del patrocinio se incluye la distribución gratuita de productos del tabaco.

Basada en la armonización del mercado interior, como la presentada ayer, el problema de la directiva europea de 1998 fue que los jueces entendieron que determinadas medidas no tenían sentido en una norma armonizadora porque no afectaban a soportes susceptibles de cruzar fronteras, como la publicidad en cines o en las vallas callejeras.

Salvando esas cláusulas conflictivas, la nueva directiva mantiene las refencias al mercado interior así como los artículos sobre la protección de la salud de los consumidores. Esto último, a pesar de que se ha eludido basar la norma en estrictas cuestiones de salud, porque ello requeriría de la unanimidad de los países miembros para su aprobación.

David Byrne ha considerado importante mantener ambas cosas: 'Es evidente que hay una correlación entre la publicidad y el consumo', aseveró ayer. En cualquier caso, recordó que la mayor parte de los países de la UE ya han hecho prohibiciones parciales o totales de la publicidad del tabaco y que todas las iniciativas nacionales en esa línea serán bien recibidas.La normativa en España se encuentra entre las más permisivas de Europa. Además de la prohibición general en la televisión (y hay demandas judiciales porque en algunos anuncios se relacionan otros productos con marcas de tabaco), sólo se prohíbe la publicidad del tabaco en aquellos lugares donde la venta y el consumo de ese producto están prohibidos, como en hospitales, centros educativos y locales comerciales.

El Gobierno, no obstante, ha anunciado que seguirá el camino de la restricción. Ayer mismo, la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, dijo que propondrá al Consejo de ministros de la UE el próximo martes que el tabaco sea excluido de los productos a partir de los cuales se elabora el IPC armonizado europeo, informa Leonor García.

De esta forma los países de la Unión tendrán 'libertad' para subir el precio de la cajetilla sin que eso afecte a las grandes cifras económicas. Elevar el precio de los cigarrillos es una de las medidas que Villalobos considera 'más agresivas y directas' para rebajar el consumo de tabaco. Su ministerio también planea extender a los centros de trabajo las restricciones que ya se aplican en hospitales, colegios y locales comerciales cerrados. A pesar de todo, Villalobos apuesta por 'la disuasión más que por la imposición'.

La ministra también anunció que Sanidad está haciendo un análisis comparativo de los medicamentos para dejar de fumar con el fin de incluir 'el mejor' en la cobertura de la Seguridad Social. Según un informe de la Universidad Pompeu Fabra encargado por el ministerio las patologías provocadas por el tabaco cuestan entre 430.000 y 605.000 millones cada año al sistema de salud español.