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Garzón ordena la detención de un general chileno por el 'caso Soria'

El ex ministro habló en Santiago mientras lo buscaban en Alemania

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón dictó ayer una orden de búsqueda y detención internacional del general chileno Hernán Julio Brady Roche, de 80 años, ministro de Defensa en julio de 1976, durante la dictadura de Augusto Pinochet, y al que se relaciona con la muerte del funcionario español de la ONU Carmelo Soria. El magistrado español intentó localizarle después de que la acusación particular le indicase que el general Brady podría encontrarse en Alemania, en el domicilio de su hijo en Hamburgo.

Sin embargo, el general hizo ayer unas declaraciones a una radio de Santiago, la capital chilena, y afirmó no tener nada que ver con el caso. Acusó a Garzón de disponer de informaciones erróneas y estar "profundamente equivocado". Por su parte, la cúpula militar chilena criticó ayer al magistrado por el mismo motivo y le recomendó "que se dedique a perseguir a ETA".

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El auto de Garzón recuerda la detención de Carmelo Soria el 14 de julio de 1976, por agentes de la Brigada Mulchén, de la DINA, la policía política de Pinochet. Los secuestradores, disfrazados de carabineros, le condujeron a una casa en una zona residencial, donde fue "brutalmente torturado durante horas". Sus captores le colocaron después sobre las escaleras y, mientras unos le sujetaban la cabeza, otros "le aplastan el pecho hasta lograr una doble fractura de la columna vertebral, que le produce la muerte". Al día siguiente, para simular un accidente, los secuestradores despeñaron el coche y el cadáver de Soria por la ladera del cerro San Cristóbal, en Santiago, y atribuyen al alcohol el accidente.

Delito de genocidio

Al admitir la petición de captura, Garzón señala que la detención, tortura y muerte de Carmelo Soria se integra dentro de los delitos de genocidio, tortura y terrorismo imputables a Pinochet y a sus colaboradores. En cuanto a Brady, Garzón cita el testimonio de la diputada chilena María Maluenta Campos, que durante una recepción en la Embajada de Rumania preguntó al general si tenía conocimiento de la existencia de detenidos-desaparecidos y éste lo admitió, aunque dijo que era obra de los mandos intermedios. No obstante, reconoció que las Fuerzas Armadas siempre obedecen finalmente órdenes del jefe máximo.

En la resolución remitida a las autoridades alemanas, Garzón cita las sentencias condenatorias dictadas por los tribunales alemanes contra Streletz, viceministro de Defensa de la antigua República Democrática de Alemania, el ministro de Defensa Kessler y el presidente del Consejo de Defensa Nacional Krenz, por su responsabilidad en la muerte de ciudadanos que intentaron cruzar el muro de Berlín entre 1971 y 1989, y cuyos recursos fueron desestimados por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Según informa Efe desde Berlín, la policía criminal alemana buscó a Brady en el domicilio de su hijo, pero la investigación dio resultados "negativos". En España, Carmen Soria, la hija del funcionario español asesinado, expresó su confianza en que la causa criminal sea reabierta en Chile.

Por su parte, la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que dirige Eduardo Fungairiño, decidió ayer recurrir la orden de detención internacional por estimar que España no es competente para investigar estos hechos.

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