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TRIBUNAL DE CUENTAS

Unos hospitales del Insalud pagan el doble que otros por los mismos medicamentos

El Tribunal de Cuentas destapa múltiples irregularidades en las adquisiciones de 1998

El Tribunal de Cuentas ha basado su informe en el análisis de las compras de fármacos de diez hospitales del Insalud en 1998. Sus principales conclusiones se pueden dividir en tres apartados:

- Precios dispares. El informe revela que para un mismo fármaco, comprado a un mismo laboratorio, se han pagado precios sustancialmente distintos según el hospital que lo adquiera. El Tribunal destaca, por ejemplo, que el hospital del Bierzo compró viales de 40 milígramos de Mopral a un precio unitario de 637 pesetas, mientras que La Paz, en Madrid, o el hospital Yagüe, de Burgos, lo adquirieron a 1.302 pesetas. El doble de precio. Otro tanto ocurrió con el Losec, que el hospital leonés compró a 648 pesetas, mientras que La Paz y el Virgen de la Salud, de Toledo, lo adquirieron a 1.302 pesetas.

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El informe llama la atención ante el hecho de que la diferencia de precio entre el hospital leonés y el toledano se produce en un marco en el que 'el volumen de compra del producto y de otros fármacos al laboratorio que lo comercializa fue similar, produciéndose en consecuencia unas condiciones de negociación y de compra similares'.

El tribunal también destaca otro dato. 'Resulta llamativo que el hospital de La Paz, con un volumen de compra superior al del resto de los hospitales aquí contemplados, haya sido el hospital que ha pagado los precios más caros'. A lo que añade: 'Cabe llamar la atención acerca de la diferencia de precio existente entre el precio unitario de adquisición de viales de Losec por parte del hospital Virgen de la Salud (1.302 pesetas) y Virgen del Valle (781 pesetas) que, paradójicamente, forman parte del mismo complejo hospitalario de Toledo'.

En su estudio, el Tribunal de Cuentas ha comparado también los precios de las distintas presentaciones de un mismo principio activo y con el precio pagado finalmente por los hospitales, y ha hallado alternativas hasta un 70% más baratas. Por ello, entiende que los hospitales cuentan 'con una amplia oferta y un importante margen económico para introducir criterios ecónomicos a la hora de ponderar y valorar la adquisición de uno u otro fármaco, debiendo justificar en cada caso las razones que motiven la adquisición de los productos más caros'.

La conclusión es clara: 'Todos estos datos evidencian la necesidad de que, el Insalud o el Ministerio de Sanidad, homogeneicen los precios de adquisición de los medicamentos de forma que los centros del Insalud no paguen por un producto médico o farmacéutico un precio superior al que pueda encontrarse en el mercado, ni que distintos centros del Insalud paguen precios distintos por un mismo producto, todo ello con plena sujección a los procedimientos y principios de la contratación pública contenidos en la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas'.

- Contratos fuera de la ley. 'La mayor parte de las adquisiciones de medicamentos y productos farmacéuticos llevado a cabo por los hospitales del Insalud se han articulado al margen de los procedimientos de contratación previstos en la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas (LCAP)'. Esta es otra de las principales conclusiones del informe del Tribunal de Cuentas, que en su análisis detalla cómo los centros públicos, al moverse al margen de la ley de contratos, desarrollaron sistemas autóctonos de compras a los que dieron denominaciones propias ('suministro de menor a través de compra directa', 'adquisición directa a proveedor', 'suministro exclusivo' o 'pedido directo a proveedor'). Con estos métodos, algunos hospitales llegaron a ejecutar la totalidad de su gasto. Este fue el caso de los hospitales Miguel Servet, en Zaragoza, (2.751 millones de pesetas), y el murciano Virgen de la Arrixaca (1.768 millones). Otro ejemplo significativo es el del hospital madrileño Ramón y Cajal, que realizó el 94% de sus compras ( 2.875 millones) por un procedimiento no contemplado por la citada ley.

- Contratos menores. Otro apartado crítico del informe se refiere al mal uso de los contratos menores (aquellos cuya cuantía no supera los dos millones de pesetas). En su análisis, el Tribunal de Cuentas cita como ejemplo el hospital Ramón y Cajal, que por esa vía llegó a adjudicar medicamentos por valor de 315 millones de pesetas a un solo proveedor (al mismo tiempo 67 laboratorios obtuvieron adjudicaciones por importe superior al tope de los dos millones). Por detrás quedaron el hospital Miguel Servet, de Zaragoza, donde un proveedor copó 262 millones de pesetas, y el Marqués de Valdecilla, que pagó a un cliente más de 156 millones. El objetivo de esta práctica prohibida, según el informe, fue 'eludir los requisitos procedimentales de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas'. En esta línea, el tribunal señala que 'la adquisición de medicamentos sin sujeción a los procedimientos establecidos en la LCAP, ha sido durante 1998 una práctica generalizada con la que los diez hospitales del Insalud de la muestra han eludido todos los requisitos de publicidad y concurrencia exigibles en la contratación de las Administraciones públicas'. 'Estas prácticas impiden o dificultan los controles ejercidos por los órganos de control y en particular por el Tribunal de Cuentas', concluye.

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