Alarma en Europa por la extensión de la fiebre aftosa al continente
Los 323 cerdos de la explotación de Diksmuide, al suroeste de Bélgica, a medio camino entre Brujas y Dunkerque y a sólo 20 kilómetros de la frontera francesa, fueron ayer sacrificados y destruidos. Tres de ellos mostraban síntomas 'muy alarmantes' de fiebre aftosa en etapa precoz (erosiones en la cara y fiebre alta).
El ministro belga de Agricultura, Jaak Gabriels, que compareció ayer por la tarde ante la prensa rodeado de expertos, aseguró que los análisis serológicos han dado resultado negativo. Pero las autoridades creen conveniente esperar al lunes, cuando tras el análisis en laboratorio del virus aislado podrán descartar o confirmar la hipótesis. En caso de que se verifique de que se trata de fiebre aftosa, el Gobierno belga se sitúa ya en un 'escenario de crisis' similar al desplegado en la crisis de las dioxinas.
El ministro francés de Agricultura, Jean Glavany, informó ayer -antes de que interviniese su colega de Sanidad- sobre las medidas de precaución que había adoptado tras el descubrimiento de casos sospechosos en varios corderos de una granja de Roche-la-Molière (región del Loira), que ha sido declarada en cuarentena, a la espera de los análisis.
'De momento, no hay todavía casos de fiebre aftosa en Francia', dijo Glavany. 'Y cruzo los dedos esperando que no los haya'. Pero añadió que 'la propagación de este virus es tan fulgurante, que no puedo dar certidumbres'.
Se ha establecido un perímetro de vigilancia en torno a la granja y a sus ocupantes, colocado desde el viernes pasado bajo control policial. El descubrimiento se hizo durante un control de rutina, según fuentes oficiales que sugirieron que las manchas rojas en la boca de algunos ovinos de la explotación podrían deberse a otras enfermedades.
A partir de mañana quedará prohibido en Francia el transporte de bovinos, ovinos, caprinos y porcinos a mercados, ferias y exposiciones. Se han generalizado las medidas de desinfección de vehículos procedentes de Reino Unido y se ha ordenado el sacrificio de 50.000 ovejas y corderos, parte de ellas importadas directamente del Reino Unido y otros 30.000 que han estado en contacto con ovinos británicos.
La Comisión Europea, por su parte, no anunció ayer ninguna medida extraordinaria en el territorio comunitario, cerrado ya a los productos británicos hace 10 días, e incluso felicitó al Gobierno belga por las primeras iniciativas tomadas ante los casos sospechosos.
Bélgica, tan cerca geográficamente del Reino Unido, es uno de los países que más drásticas precauciones ha tomado para protegerse de la fiebre aftosa. Según explicó el ministro Gabriels, se está haciendo desde el principio 'el rastreo' de todos los animales procedentes de suelo británico, por lo que los veterinarios gubernamentales controlan 40 explotaciones.
Desde el 23 de febrero está además prohibido todo transporte de animales vivos, una medida que ha encajado con dificultad la comunidad musulmana, que ya preparaba para mañana su tradicional fiesta del cordero. Esta vez, tendrá que celebrarse sin sacrificio de cordero por medio. Se ha decidido reemplazarlo por una limosna. También los animales sospechosos en Francia habían sido comprados para venderlos para el ritual de la fiesta musulmana.
Abastecimiento
En los supermercados belgas ha empezado a escasear la leche fresca. Han aparecido los primeros problemas de abastecimiento, si bien Gabriels aseguró que el transporte de productos lácteos se está haciendo bajo estricto control veterinario.
La enorme capacidad de contagio del virus, que se transmite por el aire y se puede transportar impregnado en la ropa, impone una restricción de movimientos en las zonas afectadas. Al igual que hace el Reino Unido, Bélgica ha pedido evitar movimientos innecesarios en la zona de Diksmuide. Además se han anulado todas las pruebas hípicas y de equitación para este fin de semana.
Siguiendo las instrucciones del Comité Veterinario Permanente de la UE, están prohibidas las importaciones de carne y productos animales, como la leche, hasta el 9 de marzo. Bélgica, además, tiene prohibido el sacrificio de corderos y ovejas hasta el 19. De confirmarse los casos ahora sospechosos, sólo cabe esperar que las medidas tomadas con antelación amortigüen los efectos. Por si acaso, 2.000 animales ya han sido destruidos.
'Si se confirman los casos', explicó Gabriels, 'sólo podemos hacer una cosa: seguir estrictamente las medidas adecuadas'.
La alarma se ha expandido a lo largo y ancho de Europa. En Suecia, la Federación Nacional rural ha resuelto prohibir las visitas a 80.000 establecimientos rurales de sus afiliados, y sólo permite el ingreso de veterinarios y técnicos agropecuarios. La federación agrupa a productores agrícolas, ganaderos y lecheros.
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