Con las ideas claras
Para elaborar un buen vino se necesita mucha agua, por supuesto para limpiar las instalaciones de la bodega, maquinaría, suelo, paredes y recipientes. Cualquiera de las bodegas que visitamos últimamente están como los chorros del oro. Además, suelen coincidir con elaboradores de magníficos mostos, reconocidos por público, crítica y paladares.
También se necesita claridad de luz eléctrica y de conceptos en torno al vino y los procesos de elaboración. Claridad desde la selección de la mejor y más adecuada materia prima, proceda del viñedo propio o sea adquirida en otra parcela, pasando por la separación de los mostos resultantes de estos terrenos. A continuación, un poco más de claridad para decidir si envejecemos los mostos por separado o realizamos un coupage para satisfacer los gustos del mercado.
Rojo púrpura
La mente también tiene que estar despejada en el envejecimiento. Las barricas no son eternas y lo que hoy se lleva es la retirada al tercer vino elaborado en ellas. Esta práctica es la que da al mosto un pedigrí particular.
Compañía Bodeguera de Valenciso acaba de nacer en el mercado con su primera añada y tiene las ideas claras y limpias sobre el fruto, la barrica y la crianza. Nos sorprende con un crianza 98 cargado de color rojo púrpura muy concentrado. Una nariz intensa de frutas negras, mentolados, regaliz y cuero. En boca es carnoso estructurado con taninos dulces y secos que le confieren una complejidad poco común en Rioja. En definitiva, un vino del futuro.
- Compañía Bodeguera de Valenciso. Haro (La Rioja).
