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Gerenabarrena sostiene que el riesgo de que haya un caso de 'vacas locas' en Euskadi es 'mínimo'

'Los problemas no existen en nuestra cabaña', aseguró el consejero en declaraciones a Radio Euskadi, 'porque durante los últimos años ha habido diferentes actuaciones, en algunos casos con intervención de partidas de piensos y harinas'. Además, desde 1994 el departamento ha ido concienciando a los ganaderos de que no utilicen este tipo de piensos en la alimentación de las reses.

Por el momento, Euskadi no ha registrado ningún caso de vacas locas, a pesar de que es la comunidad autónoma que más test ha realizado en proporción al peso de su cabaña vacuna sobre el conjunto de España. 'En Euskadi se hacen más pruebas y más sacrificios de animales que en otros sitios y no ha salido ningún caso. Eso no significa que no vayan a salir nunca', advirtió, con todo, el consejero, que cree que en el País Vasco las probabilidades de que aparezcan son 'mínimas' porque el control sobre las harinas de carne ha sido mayor que en otros lugares.

Cierta precipitación

Gerenabarrena reconoció que la crisis ha 'pillado' a todas las administraciones con una cierta precipitación, pero rechazó que se diga que 'a todos nos ha cogido con el pantalón bajado'. 'A unos sí que les ha pillado la crisis con el pantalón completamente caído, pero a otros no del todo', subrayó defendiendo la política desarrollada por la Administración vasca.

Por otra parte, el Departamento de Medio Ambiente ha dado el visto bueno a la incineración de las harinas cárnicas en las cementeras que existen en Euskadi. La prueba piloto desarrollada en las últimas semanas y en la que se han valorizado energéticamente 300 toneladas de piensos, es decir, que se han transformado en combustible para las propias cementeras, ha demostrado que no se producen emisiones contaminantes a la atmósfera.

Mientras, el Parlamento de Navarra aprobó ayer una modificación de la legislación foral sobre residuos especiales para incluir el procedimiento de la incineración entre los sistemas de eliminación de los materiales específicos de riesgos (MER) y de las harinas procedentes de los mismos. Esta modificación legal es necesaria para que la empresa Cementos Portland pueda comenzar a incinerar las harinas prohibidas en su planta de Olazagutía dentro de unos meses.

Los grupos sacaron adelante el proyecto presentado por el Gobierno, pero con una modificación introducida por el PSN. El texto del Ejecutivo pedía la introducción en la ley de la incineración, aspecto que el resto de la Cámara consideraba que podía dar vía libre al Ejecutivo para autorizar este procedimiento sin restricciones.

La enmienda socialista acotó este aspecto y estableció que la incineración sólo se prevé para el caso de animales muertos en explotaciones agropecuarias, animales destinados a la lidia y cualquier animal que, destinado al consumo humano, no se sacrifique en las condiciones de la legislación vigente. Sólo Batzarre votó en contra por entender que no hay certeza sobre las consecuencias de este procedimiento.

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