Gabo, de nuevo en pie de guerra

Gabriel García Márquez ha recuperado 15 de los 20 kilos que perdió desde que hace más de un año se le diagnosticó un cáncer. Se le nota todavía un poco delgado y sus gafas parecen demasiado grandes para su cara, pero él, coqueto como siempre, afirma que no quiere engordar más.Aunque reapareció brevemente, en octubre pasado, para asistir al rodaje de algunas escenas de En el tiempo de las mariposas, de Manuel Barroso, ha sido ahora cuando sus amigos se han quedado tranquilos. En la reciente Feria del Libro de Guadalajara (México) se ha mostrado en muy buena forma. Estuvo presente en la inauguración, el 25 de noviembre. Almorzó con unos amigos en el hotel Hilton. Cuatro días después intervino activamente, en Ciudad de México, dando un montón de ideas, en el Foro Iberoamericano, en el que otros participantes, como los escritores Carlos Fuentes y Héctor Aguilar Camín; los políticos Vicente Fox, Felipe González y Julio María Sanguinetti, o los empresarios Carlos Slin, Jesús de Polanco y Manuel Arango, pudieron constatar que vuelve a estar en pie de guerra. Fue la estrella en una cena de homenaje al ex presidente mexicano Ernesto Zedillo, en la que hizo gala de un extraordinario buen humor. Dijo, entre bromas, que le gustaría escribir una historia de Fujimori y Montesinos... En fin, el Gabo de siempre.

Desaparecido del mapa durante un montón de tiempo, la noticia ha sido que ha estado trabajando intensamente y que tiene nuevo libro. Ha sido un verdadero alivio. La preocupación por el escritor se disparó en junio de 1999 tras un lacónico parte médico, en el que se decía que su ingreso en una clínica privada de Bogotá se debía a "un síndrome de agotamiento general". En octubre de ese año, el Gobierno colombiano confirmó que tenía problemas serios de salud y trascendió que seguía tratamiento en Los Ángeles, donde él y su esposa, Mercedes Barcha, alquilaron un apartamento para estar más cerca del hospital. En la Feria de Guadalajara se ha sabido que no tendrá que visitar a los médicos de la ciudad californiana hasta dentro de un año.

El primer volumen de sus memorias aparecerá en 2001. Gabo no saca nuevo libro desde 1995, en que publicó la novela Noticia de un secuestro y el monólogo teatral Diatriba de amor contra un hombre sentado, por lo que no es de extrañar la expectación con que se aguarda Vivir para contarlo. El interés por la obra de García Márquez es una constante inalterable. Prueba de ello son las numerosas reediciones que se han hecho este año, sólo en España, de algunas de sus novelas: El coronel no tiene quien le escriba, Los funerales de la Mamá Grande y Noticia de un secuestro, en Plaza & Janés; La hojarasca, Del amor y otros demonios, Los doce cuentos peregrinos y La mala hora, en Grijalbo Mondadori; y, entre otros títulos, la más emblemática de todas, Cien años de soledad (Espasa Calpe).

Publicada en 1967, ha sido traducida a cerca de 40 idiomas y se han vendido casi 30 millones de ejemplares. ¿Quién puede olvidar su comienzo? "Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava...". Ahí nos atrapó para siempre.