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14ª FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE GUADALAJARA

Los jóvenes mexicanos se apuntan en bloque a los actos españoles

Herralde publica en México su primer libro, 'Opiniones mohicanas'

Los encuentros literarios se iniciaron el lunes con un más que notable éxito de público. En un lugar principal de la feria se halla el Auditorio Juan Rulfo y otros seis salones de considerables dimensiones ante los que pacientes jóvenes hacían cola para poder ocupar un buen lugar. El interés por la cultura española es enorme en Guadalajara y el sueño de todos los escritores mexicanos es publicar en una editorial española. Anagrama, Alfaguara, Tusquets, Seix Barral son las más deseadas.

El programa cultural que dirige el catedrático de Filología Griega en la Universidad Complutense de Madrid Carlos García Gual comenzó con un tema que apasionó a los jóvenes estudiantes que abarrotaron la sala: Figuras míticas de la literatura española: del Cid a Don Juan. El Cid, la Celestina, el Lazarillo de Tormes, Don Juan y, naturalmente, Don Quijote se convirtieron en figuras dotadas de vida en las explicaciones de Claudio Guillén, catedrático de Literatura Comparada de las universidades de San Diego, Princeton y Harvard, y ahora profesor emérito.Especialmente brillantes estuvieron Guillén y Ruiz-Doménec y el propio García Gual, que moderó el debate con gran acierto. Tan elevado fue el nivel del encuentro que, en determinado momento, el escritor chileno Jorge Edwards dijo que más parecía un acto académico que una charla de feria. En cualquier caso, los jóvenes no se perdían palabra y tomaban notas diligentemente.

García Gual, un hombre siempre discreto, quedó abrumado por las numerosas felicitaciones que recibió. Ha puesto el listón muy alto y todos desean que se mantenga en las siguientes sesiones, que recorrerán todos los géneros de la literatura española.

Ruiz-Doménec puso la guinda anunciando que ya se están dando en España las condiciones necesarias para que en unos años aparezca otro Cervantes. "Ahora hay un tejido novelístico espléndido, pero no hay un genio. Y ese genio aparecerá para poner orden en la novelística española, como hizo Cervantes en su día".

Jorge Herralde, el "irreductible editor de entusiasmo militante", como fue presentado, ha elegido México y una pequeña y dinámica editorial independiente para publicar su primer libro. No ha querido hacerlo en España ni en una editorial importante. Es casi un acto de coquetería que no niega. La presentación de Opiniones mohicanas, publicado en una bella edición por la editorial Aldus, se convirtió en un homenaje al editor y a su importante catálogo. Asistieron muchos editores y escritores españoles y también mexicanos. Juan Villoro definió a Herralde como "un jinete pielrroja". "El catálogo es la auténtica biografía de un editor y Herralde ha hecho de Anagrama una universidad abierta que no se rebaja a dar títulos para la gente de mi generación. Es un mohicano inconforme que sólo se vanagloria de los libros que ha leído y que sólo escribe de lo que le interesa mucho". Enrique Vila-Matas destacó que Herralde habla más en su libro de sus colegas que de sí mismo. Llamó también la atención al texto Tres días en París (El salón del Libro como pretexto) porque es un "documento etnográfico, casi un autorretrato de un editor que se pasea por el mundo de la edición.

El libro se divide en cinco partes y reúne artículos publicados y textos de conferencias, con algunos inéditos. En 'Anagrama: una capsula' explica la historia de su editorial; en 'El autor es la estrella' habla de escritores desde Sartre a Nabokov, Patricia Highsmith, Pitol, Monterroso, Rossi, Vila-Matas o Bolaño. En 'Queridos colegas' se extiende sobre otros editores, como Josep Janés, Carlos Barral o Giulio Einaudi. Tras el 'Divertimento etnográfico', sobre el Salón del Libro de París, vienen las 'Opiniones mohicanas', en las que expone ampliamente su teoría y práctica de la edición independiente.

"Me decidí a publicar este libro porque amigos entusiastas como Juan Villoro y Sergio Pitol me persiguieron para que lo hiciera", dijo Herralde, "y lo he hecho en México porque es un país que me encanta, y me he decidido por Aldus porque es una editorial latosamente independiente". Algunas librerías españolas, como la Machado de Madrid o La Central de Barcelona quieren tener el libro en sus escaparates y a Antonio Ramírez, de La Central, le gustaría poder organizar una pequeña presentación en Barcelona

Llega la exposición perdida

A última hora de la tarde de ayer se trabajaba a ritmo febril en el Pabellón Español para instalar por fin las 40 columnas que constituyen la exposición Un milenio de literatura española y que nadie parecer saber los motivos por los que fue a parar a Nueva York en lugar de a Guadalajara.

La pintora Esperanza Santos y el diseñador Vicente A. Serrano han trabajado durante más de cuatro meses para que en esos 40 paneles se puedan recrear visualmente los más importantes hitos de la literatura española a lo largo de un milenio. La pintura, el collage, el fotomontaje, la fotografía e incluso imágenes prestadas de la más conocida iconografía española sirven de base para brevísimos textos que invitan a un recorrido literario desde el Poema de Mío Cid hasta la generación de Federico García Lorca.

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