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Agricultura cifra en 26.600 millones el coste de las medidas inmediatas contra las 'vacas locas'

La partida no incluye la destrucción y sustitución de los piensos con despojos de rumiantes

Javier Sampedro

Agricultura valoró ayer en 26.600 millones de pesetas las medidas de aplicación inmediata contra la propagación de la encefalopatía espongiforme bovina, o mal de las vacas locas: destruir los despojos peligrosos, retirar las reses muertas, adaptar los laboratorios y comprar los reactivos. Pero el coste final resultará muy superior a esa cifra: cuando se prohíban los piensos con restos de rumiantes habrá que destruir 400.000 toneladas y reconvertir 80 empresas. Agricultura decidió ayer adelantar a los 24 meses (en lugar de 30) la edad por encima de la cual se analizarán las reses gallegas sacrificadas.

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Desde el 1 de octubre es obligatorio en toda la Unión Europea retirar y destruir los despojos MER (materiales específicos de riesgo) de todos los rumiantes sacrificados con más de un año de edad. Los MER son los tejidos que acumulan casi todos los priones causantes de la enfermedad: cráneo, cerebro, médula espinal, ojos, íleon y amígdalas.La partida destinada a esta medida es, según el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, de 3.500 millones. Se trata, obviamente, de una estimación muy a la baja. El ministerio ha reconocido ya que las cinco plantas incineradoras autorizadas actualmente para este propósito son a todas luces insuficientes, y ayer pidió a las comunidades autónomas que evalúen y le comuniquen las nuevas plantas que necesitan.

España produce al año, en una estimación aproximada, unas 100.000 toneladas de despojos MER procedentes de vacas mayores de un año. En realidad, esa cantidad de material podría ser destruido en las condiciones requeridas (más de 800 grados) en una sola planta incineradora de residuos estándar, según explica Carlos Martínez Orgado, director ejecutivo del Club Español de los Residuos.

En España hay 11 plantas de este tipo, y cada una quema un promedio de 200.000 toneladas de residuos al año. Pero están totalmente saturadas, y no pueden acomodar los nuevos materiales vacunos. "Una sola planta viene a costar 15.000 o 20.000 millones de pesetas", explica Martínez Orgado. "Y su construcción lleva más de cuatro años".

Además, construir una sola planta dedicada a los MER no sería conveniente, debido a los costes del transporte de los residuos hasta la incineradora. Lo más probable es que haya que construir varias plantas repartidas según la cabaña vacuna de cada territorio. Agricultura no dispone aún de una estimación del coste, pero los 3.500 millones no lo cubrirán en absoluto.

Las otras partidas de Arias Cañete son para la recogida y destrucción de las reses muertas (9.000 millones), adaptación de los laboratorios (12.600 millones) y compra de 300.000 kits de detección a la empresa suiza Prionics Inc (1.500 millones).

Los 26.600 millones no incluyen los costes de la medida que Arias Cañete ha prometido adoptar antes de julio: la prohibición de los piensos con despojos de rumiantes para la alimentación de todos los animales (ahora sólo están prohibidos para alimentar a los propios rumiantes). Agricultura no dispone aún de una estimación, pero es seguro que las cifras serán muy abultadas, ya que implican la destrucción de las reservas actuales de las harinas que se usan para fabricar esos piensos (España produce 400.000 toneladas de harinas cárnicas al año) y, probablemente, la reconversión de las 80 empresas que se dedican a transformar los despojos para convertirlos en harinas.

Precisamente ayer, el canciller alemán, Gerhard Schröder, anunció la prohibición total de los piensos que contienen residuos animales, por temor a que se usen ilegalmente para alimentar a los rumiantes. La decisión se precipitó por la aparición, por la mañana, de los dos primeros casos de reses alemanas autóctonas afectadas por el mal de las vacas locas. Ya había otras seis reses positivas, pero procedían de fuera de Alemania.

El comisario de Salud y Protección al Consumidor, David Byrne, rectificó ayer su oposición a las medidas unilaterales tomadas por varios países miembros en las últimas semanas y dijo en Bruselas que, si Alemania, España y otros Estados creen que las regulaciones sobre los piensos animales no han sido totalmente respetadas, "se necesitan urgentemente medidas de precaución".

La UE ya ha decidido abrir una línea presupuestaria de 60 millones de euros (9.983 millones de pesetas) para que la Comisión pueda cofinanciar las pruebas masivas del ganado vacuno que se empezarán a hacer el próximo año, informa Gabriela Cañas. Esta decisión, pactada con el Parlamento Europeo, fue confirmada ayer por el Consejo de Ministros dedicado al presupuesto y prevé aumentar la dotación en caso de necesidad, pues los representantes permanentes ante la UE aseguraron estar dispuestos a ampliar la cantidad finalmente aprobada.

El jueves, el Gobierno belga confirmó un nuevo caso de res afectada, lo que eleva el número de este año a nueve y el total, desde 1997, a 19 casos. La res enferma tenía siete años.

Igualmente, Portugal notificó a Bruselas las detección de otra res en las Azores, proveniente de Alemania.

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