Rabanera presenta el Presupuesto en Álava, aunque la oposición le obligará a retirarlo

La Diputación de Álava será víctima en las próximas semanas del entorno político. El Partido Popular, que en el Parlamento ha denunciado la prórroga presupuestaria del Gobierno vasco, presentó ayer en las Juntas Generales el proyecto de presupuesto de 2001 para no incurrir en el mismo reproche, aun a sabiendas de que la oposición le obligará a retirarlo. Ramón Rabanera va a encontrarse con el rechazo frontal de sus actuales socios, los socialistas, quienes acusan de "deslealtad" al gobierno foral porque, dicen, "el PP no ha cumplido sus compromisos".

"Responsabilidad" del PP

El grupo parlamentario del Partido Popular ha calificado de "ilegal" la decisión del Gobierno vasco de no presentar los presupuestos. La Diputación de Álava, gobernada por el PP, no ha querido caer en la misma situación que denuncian sus compañeros y por eso llevó ayer su proyecto a las Juntas Generales. Éste es el único motivo que decidió a Ramón Rabanera a dar el paso, porque sabe que no podrá sacarlo adelante. El propio diputado general lo justificó ayer: "Si estamos exigiendo el cumplimiento de las normas en otras instituciones, tenemos que hacer lo mismo en ésta".El Reglamento de las Juntas obliga al gobierno foral a presentar el proyecto para el 15 de noviembre si quiere evitar la prórroga. Sin embargo, el resultado final será el mismo. La Diputación no podrá empezar el año 2001 con un presupuesto nuevo. El PSE-EE, el único partido que en la práctica puede conceder la mayoría al gobierno del PP y UA, se negó ayer a ayudar a Rabanera. Y lo argumenta sobre dos bases. Por una parte, acusa a los populares de incumplir compromisos del presupuesto de 2000, aprobado por PP y PSE tras las elecciones generales. En concreto, los socialistas se centran en el peaje social de la A-68 (entre Altube y Llodio), que aún no ha puesto en marcha el gobierno foral. Y por otro lado, critica la "deslealtad" del PP al incumplir un compromiso alcanzado a última hora del lunes. Según aseguró ayer el portavoz socialista, Juan Carlos Prieto, consistía en, primero, aprobar el peaje social (en el Consejo de Diputados celebrado ayer) y después negociar el proyecto de 2001 "dándonos cierta prisa".

Los socialistas creen que este acuerdo no impedía al PP ser coherente con las ideas que ha defendido en el Parlamento vasco. "¿Por qué no se podía haber presentado el proyecto el 15 de diciembre, es decir, antes de que termine el año, y que el presupuesto empezara a funcionar a partir de mediados o finales de enero?", se preguntó Prieto, quien acusó al PP de refugiarse en una política "reglamentista".

Los socialistas, cinco horas después de que se presentara el proyecto, acusaron a Rabanera de "irresponsable" y anunciaron que responderán a la "confrontación" planteada por el PP con una enmienda a la totalidad para obligar al gobierno foral a retirarlo.

Ante esta estrategia, al PP sólo le quedaría la posibilidad de buscar un entendimiento con el PNV. Sin embargo, Rabanera ya tanteó esta vía hace un año y los nacionalistas le contestaron con unas exigencias imposibles de asumir por parte del PP. Hace unas semanas, los populares también intentó un acuerdo con el PNV en los impuestos municipales de Vitoria, pero fracasaron.

El diputado general apeló ayer a "la responsabilidad" para justificar la presentación del proyecto en las Juntas, e invitó a los socialistas a "mejorarlo". El diputado de Hacienda, Juan Antonio Zárate, agregó que está "en la mejor disposición a colaborar" y recordó que los socialistas disponen del proyecto desde finales de octubre para realizar aportaciones.A partir de ayer, los diputados disponen de diez días para exponer en la comisión de Hacienda sus respectivas partidas. Cuando terminen su presentación ante la oposición, los grupos junteros tendrán un plazo de quince días hábiles para intentar corregir el proyecto. A mediados de diciembre se debatirán en un pleno las enmiendas a la totalidad, si antes el gobierno no retira el presupuesto.

Si se da ese supuesto, tal y como ocurrió el año pasado, los socialistas anticiparon que endurecerán sus posturas ante una posible futura negociación. "Estos planteamientos tendrán secuelas porque seremos más exigentes en los contenidos, en la concreción de los acuerdos y en los criterios para negociar", avanzó Prieto. El portavoz socialista acusó además al gobierno foral de carecer de "liderazgo, solvencia e iniciativa" y de "no cuidar las alianzas".