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Aznar renueva su plena confianza "política y económica" en Argentina

El presidente del Gobierno, José María Aznar, hizo ayer una declaración formal de plena confianza en Argentina, destinada a subsanar, tras la llegada al poder del radical Fernando de la Rúa, el deterioro de las relaciones de España con ese país. Ni los problemas surgidos para algunas empresas españolas ni las tensiones generadas por las demandas de extradición presentadas por el juez Garzón contra implicados en los crímenes de la dictadura deben obstaculizar, según Aznar, unas "relaciones privilegiadas" con Argentina, cuyo presidente comenzó ayer su primera visita oficial a Madrid.

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Acuerdo básico

"Hago una expresa declaración de confianza política y económica en el presente y en el futuro de Argentina. Y hago, por tanto, una ratificación de lo que significa un compromiso estratégico de la inversión española en Argentina", dijo el presidente español. Previamente, había afirmado que "en Argentina se dan las condiciones de estabilidad, de posibilidades económicas y de seguridades jurídicas más que suficientes para que ese país siga siendo un escenario atractivo para los inversores internacionales y, en concreto, para España".Cada punto de esta declaración está orientado a superar un aspecto de los problemas que se han planteado con un país en el que, como destacó Aznar, las empresas españolas han invertido más que en ningún otro del mundo, hasta totalizar un importe de 30.000 millones de dólares, equivalentes a unos 6 billones de pesetas.

La estabilidad política argentina ha sido puesta en duda por las dificultades que De la Rúa ha encontrado a los pocos meses de empezar a gobernar su país con una coalición de partidos compleja y heterogénea. La semana pasada, el vicepresidente Carlos Álvarez dimitió en desacuerdo con cómo el Gobierno argentino había resuelto las acusaciones de corrupción de varios senadores necesarios para lograr la mayoría. Incluso el ex presidente Raúl Alfonsín, compañero de partido del actual presidente argentino, se unió a las críticas. El propio De la Rúa afirmó ayer en Madrid que "los problemas políticos han quedado resueltos" y que la alianza con la que gobierna "funciona ahora".

Las alusiones a la seguridad jurídica se refieren, en cambio, a los problemas detectados por dos de las principales empresas españolas con intereses en Argentina, Telefónica y Endesa, que hace algunos meses denunciaron en términos enérgicos que el nuevo Ejecutivo radical había modificado las condiciones en que accedieron al mercado, como monopolista de las comunicaciones la primera, y a través de las únicas dos empresas locales de electricidad, la segunda. El conflicto parece resuelto, según confirmó ayer a este diario una fuente de Endesa, que consideró totalmente correcta la versión de los hechos facilitada en Madrid por De la Rúa. "No ha habido nunca ninguna modificación de condiciones o reglas de las concesiones", explicó el presidente argentino. "En el caso de Telefónica, al vencer el plazo del monopolio legal otorgado en la privatización, el Gobierno anunció la desregulación de la telefonía y, cuando elaboró los reglamentos necesarios, lo hizo de una manera abierta, oyendo a todos los eventuales interesados. Todos saben la plena seguridad con que se actuó en ese caso, y la propia Telefónica expresó su satisfacción por el modo en que había operado el Gobierno. En el caso de Endesa, cuando adquirió la empresa chilena que regentaba Edesur [previamente la española había adquirido Edenorte] entró en una situación de conflicto con las reglas de la privatización que establecía que debía haber dos empresas que compitieran entre sí. Se aplicó el criterio de defensa de la competencia y Endesa aceptó cabalmente que éste era el criterio legal correspondiente. Se está haciendo lo necesario para que la desinversión que tiene que hacer no le cause un perjuicio innecesario, sino que las acciones puedan venderse por precio real".

El presidente de Endesa, Rodolfo Martín Villa, aprovechó ayer la presencia del presidente argentino en Madrid para confirmar su acuerdo básico con este planteamiento, aunque tuvo empeño en insistir en que no "malvenderá" ninguna de sus participaciones argentinas.Por su parte, Aznar se encargó de despejar incluso las dudas que puedan existir en este momento sobre la marcha de la economía argentina -"hay confianza", insistió, "aunque en algún caso ésta se pueda debilitar por la coyuntura"- y aplaudió la importancia de las "difíciles decisiones" que un Gobierno radical, comprometido en la lucha contra la desigualdad y la pobreza, ha adoptado para reducir el déficit, reduciendo el gasto público, y fomentar la inversión. "Son medidas para que el país siga creciendo", dijo. Fernando de la Rúa señaló que las reservas argentinas garantizan plenamente la estabilidad monetaria.

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