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Golpe al proceso de paz

Arafat se niega a participar en una cumbre mientras continúen los ataques israelíes

La diplomacia internacional ha puesto todas sus esperanzas de paz en una cumbre urgente en Egipto donde se sienten cara a cara Yasir Arafat y Ehud Barak, flanqueados por los presidentes Hosni Mubarak y Bill Clinton. La convocatoria de esta reunión se encuentra, sin embargo, bloqueada a causa de la tozudez del líder palestino, que había puesto ayer sobre la mesa dos condiciones previas: el cese de hostilidades del Ejército israelí y la puesta en marcha de una comisión de investigación sobre los sucesos de las dos últimas semanas en los territorios autónomos.

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La cumbre árabe

Los esfuerzos internacionales, teledirigidos desde la Casa Blanca por el presidente Billpropio Clinton, parecían haber logrado en poco menos de doce horas recuperar el terreno perdido como consecuencia del salvaje linchamiento de los dos soldados israelíes y los subsiguientes bombardeos de represalia contra los palestinos, lo que supuso la ruptura de las negociaciones para una reunión entre Arafat y Barak. Sin embargo, Nabil Abu Rudeina, consejero del presidente palesitino, aseguró anoche que no se reunían las condiciones para ello.La celebración de la cumbre, prevista en principio para mañana domingo tras descartar la posibilidad de hacerla hoy mismo, estaba también pendiente del eventual apoyo israelí. Aunque el ministro de Cooperación Regional y enviado especial de Barak, Simón Peres, declaró durante el día que no veía "ninguna razón para que Israel se oponga a la cumbre", el propio Barak manifestó por la noche a la televisión pública de su país que no creía que fuera a haber una cumbre y que Estados Unidos lo anunciaría en breve.

El principal escollo para celebrar la cita radica en la actitud del presidente Arafat, quien en las últimas horas ha reiterado sus dos viejas y conocidas condiciones previas -cese de hostilidades y formación de una comisión de investigación- para dialogar con Barak. La postura intransigente de Arafat cuenta con el apoyo de un sector rebelde de la OLP, liderado desde Túnez por Faruk Kadumi, y del movimiento integrista Hamás, con el que ha establecido lazos de colaboración.

A pesar de ello, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, se mostraba optimista y, a través de un portavoz, declaró en Gaza que esperaba que la cumbre pudiera estar en marcha "en el plazo de 48 horas". Annan se entrevistó anoche con el presidente palestino, quien ayer sólo se había comprometido a "dar una respuesta definitiva por la noche tras haber efectuado consultas entre las diferentes fuerzas palestinas y los hermanos árabes", según aseguró un portavoz. Annan tenía previsto entrevistarse hoy con Mubarak.

El enrocamiento de Arafat tiene otras razones tácticas, de las que por ahora no habla públicamente. Entre ellas destaca la celebración de la cumbre de la Liga Árabe, convocada para los próximos días 21 y 22 en El Cairo y de la que se espera que salgan medidas concretas de represión y castigo contra Israel. La aceptación por parte de Arafat de una reunión cuatripartita previa, con Barak, de la que pudiera salir un acuerdo de alto el fuego y el encarrilamiento del proceso de paz, supondría dejar desactivada la citada cumbre árabe y arrojar a la cuneta la movilización de los 22 Estados miembros de la Liga, que nunca se habían mostrado tan cohesionados y unidos como hasta ahora.Al margen de las reticencias y dudas de Arafat, Egipto volvía ayer a poner sobre la mesa sus condiciones para convertirse en huésped de la cumbre israelo-palestina. Las premisas del presidente Mubarak incluyen una serie de medidas previas entre las que destacan el fin de los ataques del Ejército israelí, la retirada de sus tropas a las antiguas posiciones, la formación de la comisión de investigación, la retirada de las amenazas de Barak contra Siria y Líbano y, por último, el compromiso israelí de no efectuar nuevas provocaciones como la protagonizada por Ariel Sharon en la Explanada de las Mezquitas, hace dos semanas, que fue en el origen de la actual crisis.

"Esta cumbre sólo se puede celebrar si se levanta totalmente el asedio marítimo a Gaza y se pone fin al asedio militar que los israelíes han impuesto a todas las ciudades y regiones controladas por la Autoridad Nacional Palestina", aseguraba ayer desde El Cairo el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Amer Musa.

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