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Un tribunal aplaza la decisión sobre el cierre de Napster

Enric González

Napster volvió ayer a jugarse la vida ante los tribunales. La empresa, creadora de un servicio que permite a los usuarios descargar música gratuita a través de Internet, tiene más éxito que nunca: 30 millones de clientes y un millón de peticiones al día. Su crecimiento es el más rápido en la historia de la red. Pero su existencia puede terminar en cualquier momento. Sus abogados comparecieron ayer ante un tribunal de apelación de San Francisco, que estudia una demanda de cierre planteada por la industria discográfica. El tribunal aplazó la decisión, lo cual significa, según fuentes judiciales, que los clientes de Napster podrán seguir grabando al menos durante las próximas tres semanas, informó Efe. Durante la sesión, los abogados de Napster indicaron que una orden que prohíba su funcionamiento significará la muerte de la compañía, en tanto que los representantes de la industria discográfica afirmaron que las autoridades judiciales deben ratificar los principios básicos de la ley de propiedad intelectual

La compañía pende de un hilo desde el 26 de julio, cuando una juez federal ordenó su cierre inmediato. Napster apeló y consiguió que la orden fuera revocada. Pero la Asociación de la Industria Discográfica de América, que integra a corporaciones tan poderosas como Sony, Time-Warner, EMI y Bertelsmann, ha vuelto a la carga. Las discográficas quieren una muerte rápida: temen que la popularidad de Napster se haga incontenible por la vía legal. El juicio fijará el futuro de la legislación sobre derechos de autor.

Ley y realidad

En este caso, la ley parece chocar contra la realidad. Casi todos los juristas consideran que la ley ampara a las discográficas: la propiedad intelectual está protegida, y un sistema de intercambio masivo como el creado por Napster difícilmente puede acogerse a la excepción reservada a las copias para uso personal. Ocurre que las cosas no pueden desinventarse. Y la tecnología del MP3, que permite comprimir una canción en un archivo informático, no tiene vuelta atrás. En la estela de Napster han surgido otras compañías, como Guntella, Aimster o Freenet, que también permiten intercambiar música. Otro argumento no legal, sino real, a favor del MP3 y en contra de las discográficas: Napster y otras iniciativas similares han hecho aumentar las ventas de discos. La propia industria discográfica admite que las cosas tendrán que cambiar. Su estrategia consiste en ganar la guerra contra Napster para negociar los cambios desde una posición de fuerza. El tiempo juega en su contra, porque la presión de los consumidores, la posición favorable al MP3 de algunos grandes creadores de música (desde U2 hasta Offspring) y la petición de la poderosa Asociación de la Electrónica de Consumo (que engloba a firmas como ATT, Oracle y Yahoo) de que las leyes sobre copyrights sean modificadas está haciéndose oír en el Congreso de los EE UU. Algunos parlamentarios opinan que los derechos de autor deben ser sometidos a una profunda revisión legislativa.

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