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El número de contagiados de hepatitis C en el hospital de Figueres se eleva a 12

Sanidad no descarta una mala práctica sanitaria en el uso de un anticoagulante

Otras siete personas dieron ayer positivo en los análisis de la hepatitis C, por lo que el número de infectados en el servicio de urgencias del Hospital Comarcal de Figueres (Girona) podría ascender a un total de 12. Mientras, los servicios de epidemiología del Departamento de Sanidad catalán intentan averiguar las causas de este brote. La hipótesis que cobra mayor fuerza es una mala práctica del personal sanitario en el uso de un medicamento denominado heparina, un anticoagulante que se administra con el suero, que fue suministrado a todos los pacientes contagiados.

Una sola denuncia

Sanidad obtuvo ayer el resultado de los siete análisis pendientes. En todos ellos se detectaron anticuerpos de la hepatitis C, aunque falta determinar si estas personas contrajeron la enfermedad en el hospital, por lo que se trataría de una hepatitis aguda, o ya portaban el virus, una hepatitis crónica. Una de las personas infectadas ya ha presentado una denuncia judicial contra el centro sanitario.Mientras Sanidad investiga el caso, el hospital ha recibido una avalancha de pacientes alarmados por el brote de hepatitis C. Ayer, fueron decenas las personas que se presentaron en el hospital para recibir información sobre el caso o reclamar los análisis oportunos.

"Todos estamos expuestos a un accidente". Así de resignado se mostraba ayer un pariente de una de las personas contagiadas de hepatitis C, en concreto el yerno de un anciano de 82 años y vecino de Figueres que ingresó en el servicio de urgencias el 4 de junio. El afectado desconoce por completo lo ocurrido y la enfermedad que padece. Por este motivo, "y porque en Figueres todo el mundo me conoce", su yerno prefiere mantenerse en el anonimato.

El anciano estuvo ingresado durante tres días a causa de un desvanecimiento y en ese tiempo tan sólo se le administró un suero y no se le practicó ningún análisis sanguíneo. A principios de septiembre, la familia recibió una llamada del hospital. El anciano debía someterse a un análisis. Había resultado contagiado pero no ha desarrollado una hepatitis activa, por lo que no ha sido sometido a ningún tratamiento.

El hospital realizó análisis a una decena de familiares del anciano. Ninguno de ellos ha sido contagiado. Según el yerno, en el hospital "todos se han portado correctamente. Estamos contentísimos, porque el trato ha sido muy humano y se han portado de maravilla. Ha sido una cosa fortuita". Por este motivo, la familia no se plantea presentar denuncia.

La investigación se centra en determinar cuál es el nexo común entre todos los infectados. Y el nexo parece ser que recibieron suero por vía intravenosa. El contagio pudo producirse a través de un anticoagulante llamado heparina, que se suministra a los enfermos conjuntamente con el suero.

Existen dos maneras de suministrar la heparina, con dosis de un solo uso o con dosis reutilizables, si por ejemplo, y este sería el caso, a un determinado número de enfermos se les ha de proporcionar suero. Pero en todo caso, el simple uso de este medicamento no presupone un contagio. Hace falta la utilización de una misma aguja para extender la infección, una práctica contraria a los protocolos sanitarios.Un portavoz de la administración sanitaria precisó ayer que todavía faltan "cruzar" algunos datos entre los afectados, aunque ratificó que todos los pacientes ingresaron en el servicio de urgencias del hospital de Figueres el pasado 4 de junio, en una franja horaria de 14 horas. Se descarta totalmente que alguna partida de suero estuviera contaminada de origen, es decir, por el fabricante.

Hasta el momento, Sanidad sólo confirma cinco personas contagiadas en el hospital. Otras siete presentan anticuerpos; 36 han dado negativo y todavía faltan los resultados de un turista extranjero atendido en urgencias aquel mismo día.

Tan sólo una de las personas contagiadas ha presentado una denuncia contra el hospital, un centro sanitario concertado y dirigido por un patronato al frente del cual está el alcalde de Figueres, el socialista Joan Armangué. Parece ser que la denuncia la ha interpuesto un hombre de 29 años, casado y padre de dos niños. Ni la esposa ni los hijos han resultado infectados tras realizarles los correspondientes análisis.

El comité de empresa también ha presentado otra denuncia en la Inspección de Trabajo contra la dirección del hospital, por lo que consideran una ocultación de datos. Según la ley de Prevención de Riesgos Laborales, la dirección hubiera tenido que comunicar a los trabajadores el brote vírico de hepatitis C entre los pacientes.

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