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La Generalitat investiga varios contagios de hepatitis C en un hospital de Girona

Los pacientes habían sido tratados en el servicio de urgencias del centro comarcal de Figueres

Un brote de hepatitis C contagió durante el pasado mes de julio a un número aún no determinado de pacientes que habían sido tratados en el servicio de urgencias del Hospital Comarcal de Figueres (Girona). El Departamento de Sanidad de la Generalitat ha confirmado la existencia del brote y mantiene abierta una investigación epidemiológica para determinar el origen de los contagios y el número de enfermos afectados. Las autoridades sanitarias ya han sometido a análisis a entre 60 y 70 personas atendidas en ese servicio o relacionadas con pacientes contagiados.

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La alarma sobre el posible brote de contagios saltó cuando, hace más de un mes, el hospital detectó un incremento alarmante de personas infectadas por el virus y comprobó que todos ellos habían sido atendidos por el servicio de urgencias del hospital. De momento, se ha citado a los pacientes atendidos en el hospital que pudieran haber resultado infectados por el virus y ya se han sometido a análisis entre 60 y 70 personas que, o bien habían acudido al servicio de urgencias en el mes de julio, o bien han estado en contacto con las personas contagiadas. También se han realizado análisis de sangre al personal sanitario del hospital. La infección por el virus de la hepatitis C es una enfermedad del hígado contra la que no existe vacuna y que se contagia principalmente a través de la sangre o sus derivados. Se la conoce como la epidemia silenciosa, porque raramente es diagnosticada hasta la aparición de complicaciones crónicas, a pesar de que el daño que causa al hígado puede ser irreversible. La C es la más grave de los tres tipos de hepatitis que existen.

Josep Maria Padrosa, delegado de Sanidad en Girona, confirmó ayer el inicio de la investigación, aunque no pudo precisar la causa directa del contagio ni el número de infectados por el virus contabilizados hasta ahora, alegando que todavía se está recogiendo información.

Fuentes no oficiales vinculadas al Hospital de Figueres aseguraron ayer que fueron cuatro los casos agudos que originaron la investigación y que el estudio epidemiológico posterior puede haber detectado otros pacientes portadores del virus de la hepatitis C que no han llegado a la fase crónica. El centro está llamando estos días a los pacientes que podrían haber sido víctimas del contagio.Padrosa quiso dejar claro que los casos detectados se circunscriben al mes de julio y que, desde entonces, no se han registrado más contagios, por lo que concluye que el foco de la infección ha desaparecido.

La dirección del Hospital Comarcal de Figueres comunicó hace un mes a Sanidad la detección del brote. Los protocolos sanitarios establecen que debe informarse inmediatamente de estos casos. La investigación abierta deberá aclarar si el hospital reaccionó con la

celeridad necesaria.El delegado de Sanidad reconocía ayer la gravedad del contagio, pero era prudente a la hora de responsabilizar al hospital: "Hasta que no lo tengamos todo muy claro hemos de ser muy prudentes y no podemos vincular el caso a algún aparejo o a una mala práctica médica, dado que la causa también puede ser externa", dijo. Una de las hipótesis aventuradas ayer por un facultativo es que el virus pudiera contagiarse a través de instrumental médico mal esterilizado que está en contacto directo con la sangre, como bisturíes, jeringas o catéteres internos. También podría transmitirse, aunque es muy poco probable, a través de bolsas de suero infectadas. Durante los últimos años se ha demostrado que la práctica del piercing y los tatuajes pueden ser vías de infección. El virus también puede transmitirse a través de las relaciones sexuales, aunque su proporción es de ocho casos de transmisión sanguínea por cada dos por vía sexual. Los estudios han demostrado que en caso de una punzada accidental con una aguja infectada, el riesgo de infección por el virus de la hepatitis C es entre 20 y 40 veces mayor que el del sida.

El origen del contagio no puede estar en las bolsas de sangre utilizadas en las transfusiones, puesto que desde 1992 se someten a análisis específicos para detectar la hepatitis. Joan Profitós, director del banco de sangre que abastece las comarcas de Girona, descartó este origen y dijo desconocer completamente el caso.

El incidente se ha llevado con una enorme reserva en el Hospital de Figueres, un centro cuya gerencia recibe muchas críticas por parte de los facultativos a causa de su restrictiva política presupuestaria. Dependiente de un patronato encabezado por el alcalde de Figueres, Joan Armangué, el centro pertenece a la Xarxa Hospitalària d'Utilització Pública (XHUP).

El secretismo impuesto por el hospital entre sus facultativos hizo que incluso el comité de empresa ignorase el contagio. Los representantes sindicales han denunciado a menudo el talante poco dialogante del gerente, Santiago Cardona, que ha protagonizado actuaciones contundentes en determinados incidentes. Por ejemplo, el despido del equipo de ginecología por supuestas negligencias, medida criticada por el Colegio de Médicos de Girona.

El hospital ha sufrido, a lo largo de su historia, épocas de gran carencia de recursos, aunque un plan director iniciado hace 10 años rompió con esa dinámica. La última ampliación del centro fue una nueva zona de quirófanos semisoterrada.

La actitud de la dirección del centro contrasta con la transparencia informativa del delegado de Sanidad de la Generalitat en Girona, que ayer no tuvo reparo en explicar la investigación, sin renunciar a la prudencia que demanda una investigación no concluida.

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