El equipo de Villalonga se resiste al relevo que planea el nuevo presidente de Telefónica
Las espadas están en alto en Telefónica. La salida de Juan Villalonga de la presidencia de la operadora ha creado una enorme tensión en los miembros de su antiguo equipo, que se resisten a ser sustituidos. El asunto ha derivado en una dura pugna con el nuevo presidente, César Alierta, y con buena parte de los mandos intermedios, descontentos con la gestión que se ha llevado con Villalonga y partidarios de la renovación. Alierta, proclive a una transición tranquila, prepara una completa remodelación del organigrama para el consejo del próximo 30 de agosto.