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Un fallo informático deja desprotegidos cuatro días a los clientes del banco Barclays en Internet

La banca en Internet fue víctima ayer de uno de los mayores golpes a su credibilidad cuando el británico Barclays, líder de las finanzas online, tuvo que cerrar su servicio después de que el millón y pico de sus cuentas quedaran expuestas al fraude durante cuatro días por un fallo informático. La alarma estalló cuando varios clientes descubrieron que tenían acceso a las cuentas de otros usuarios y que, aparentemente, podían sacar dinero de ellas. Aunque Barclays garantiza que nadie aprovechó para efectuar transacciones fraudulentas, el fallo amenaza con dañar la confianza de los consumidores en la seguridad de los bancos que operan en Internet, una de las trabas para confiar los ahorros a la red.

Un problema que se repite

Barclays se vio obligado ayer a cerrar sus servicios en Internet después de que cuatro de sus clientes, de los 85.000 que accedieron el lunes por la mañana a su sede online, informaran al centro de ayuda telefónica de que habían podido leer resúmenes de las cuentas bancarias de otros usuarios. Incluso tenían la posibilidad de realizar transferencias desde éstas. La causa se debió, según el banco, a una fisura en el sistema de seguridad, que se descubrió el lunes. El descalabro tecnológico pone en evidencia el alto riesgo que aún existe en las transacciones comerciales y financieras en la red.Varios clientes, "solamente siete", de acuerdo con la entidad bancaria, pudieron leer las entradas y salidas en las cuentas de otros usuarios en las pantallas de sus ordenadores después de haber seguido el protocolo de seguridad vigente en todos las servicios comerciales en línea. En un comunicado, Barclays advirtió de que ninguna persona pudo efectuar transacciones con las cuentas ajenas.

Barclays atribuye el fallo a la informática y descarta la intromisión de un pirata cibernaútico. Una nueva versión del software, instalada el sábado anterior, fue la responsable de que el servicio quedara interrumpido hasta que los técnicos instalaron el viejo sistema. "El problema se limitó a un número reducido de casos. Reaccionamos con rapidez para solventarlo y confiamos en que el incidente no dañe la confianza del consumidor", señaló ayer un portavoz de Barclays.

Pero el fallo tiene todo el potencial para convertirse en un repelente para los futuros clientes de la banca en Internet. Uno de los factores que impide un mayor crecimiento del número de usuarios de las finanzas online -y bandera esgrimida por los bancos tradicionales para mostrar sus ventajas frente a la red- reside en la falta de seguridad. "La seguridad en la información del cliente es primordial", señalaba ayer Barclays en un comunicado.

La seguridad y privacidad son factores prioritarios que el consumidor demanda antes de efectuar transaciones comerciales o financieras a través de internet. Tiene miedo a que un desconocido identifique la numeración de sus tarjetas de crédito o acceda a las palabras claves de acceso a una cuenta corriente una vez que vuelca dicha información en el ciberespacio. Son recelos que se registran en los sondeos de opinión de forma periódica y se identifican entre las causas que ralentizan la penetración masiva del comercio y banca electrónicas. "El comercio electrónico nunca despegará si no se solucionan los problemas de seguridad, privacidad y servicios al cliente", señala el Consejo Nacional del Consumidor británico.

El fallo informático que afectó el lunes a Barclays es el incidente más serio ocurrido en el Reino Unido desde que Halifax no tuvo más remedio que cerrar su servicio de intermediación bursátil en Internet todo un día por problemas similires. Pero no es el único caso. Cahoot, el banco online de Abbey National, se colapsó inmediatamentemente después de ser lanzado. Un incidente similar afectó el mes pasado al servicio en línea de Powergen, suministrador británico de electricidad y gas. La compañía tuvo que contactar a 2.500 clientes para advertirles que detalles de sus cuentas, en principio confidenciales, se habían difundido en Internet. El resto de los bancos británicos que operan en Internet en el Reino Unido intentaron ayer restar importancia a las posibles consecuencias para la industria. Lloyds TSB -que lanzará en España su entidad de Internet en otoño- hizo hincapié en que la seguridad "se revisa constantemente". "Siempre estamos un paso adelante", dijo un portavoz en Londres. First-e, el banco en línea del BBVA, incluye la seguridad, aunque no la privacidad, entre el decálogo de "compromisos con el cliente" que ha difundido recientemente.

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