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Bruselas debate el futuro del mercado de los frutos secos y del lino

Pagos irregulares

Los ministros de Agricultura de la Unión Europea iniciarán hoy en Bruselas el primer consejo bajo la presidencia francesa. Junto a la determinación de precios para la campaña, los titulares de Agricultura deberán aprobar las modificaciones en las Organizaciones Comunes de Mercado (OCM) de los frutos secos y del lino. En estos apartados, la Comisión plantea grandes recortes en la actual política de ayudas. En España, todas las organizaciones agrarias y el propio Ministerio de Agricultura están en contra de las propuestas comunitarias. Hay acuerdo en reclamar la continuidad en las ayudas para los frutos secos y más apoyos en el lino.

España ha apostado fuerte ante Bruselas para que se mantenga la actual política de ayudas a los frutos secos ante la pretensión comunitaria de reducirlas y dar solamente compensaciones por la vía del desarrollo rural. La superficie de cultivo en frutos secos asciende en España a unas 640.000 hectáreas, de las que 544.000 corresponden a la almendra. Se trata además de un producto con aranceles muy bajos, lo que supone la posibilidad de fuertes importaciones a bajos precios fundamentalmente de almendra de Estados Unidos y de avellana de Turquía.

La ayuda actual por planes de mejora, que se iniciaron en 1989, van desde las 40.000 pesetas a unas 90.000 pesetas. El sector estima que si se rebajan las ayudas a las propuesta comunitarias, desaparecería la mayor parte del cultivo. España quiere que se prorroguen las ayudas hasta la discusión de la nueva OCM para frutas y hortalizas.

Los ministros de Agricultura tienen que decidir también sobre la reforma de la OCM para el lino. A raíz de las denuncias hechas en España sobre pagos irregulares, Bruselas optó por cortar por lo sano. Ahora propone una reforma que recorta las ayudas a todos los países comunitarios, pero muy especialmente a los agricultores españoles.Frente a la situación actual de una ayuda media de unas 120.000 pesetas por hectárea y libertad de siembras, Bruselas propugna rebajar drásticamente las ayudas, especialmente para el lino de fibra corta y establecer cupos de superficie de cultivo en cada país.

Con esta reforma, España tendrá una cuota de 18.700 hectáreas para fibra corta y sólo 50 hectáreas en fibra larga. Tanto para la fibra larga como para la corta, la Comisión Europea ofrece una ayuda por superficie el primer año de unos 260 euros por hectárea tomando como referencia un rendimiento asignado de 3.000 kilos, mientras que la ayuda por transformación sería de 80 euros por 1.000 kilos de fibra corta y de hasta 200 euros para la fibra larga en 2005.

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