La UE presenta una técnica eficaz para destruir los tumores cerebrales sin bisturí

La Unión Europea presentó ayer en Bruselas una nueva técnica que permite localizar con gran precisión un tumor en cualquier parte del cerebro y, al mismo tiempo, destruirlo con radioterapia sin necesidad de abrir el cráneo. Se trata de una intervención no invasiva, que no deja cicatrices y que permite al paciente volver a su vida normal en 48 horas. Esta técnica, que sólo mejora la operación de los tumores que ya podían tratarse por otros medios, se usa sólo en el centro universitario Erasmo, de Bruselas. Ochenta pacientes han sido intervenidos ya con buenos resultados.

Imagen tridimensional

Bruselas acoge desde ayer el Congreso Internacional de Neurociencias, una de las reuniones más importantes dedicadas a la investigación científica en los ámbitos de la neurología y del cerebro. Los resultados más destacados se están consiguiendo en el proceso de datos tomados a partir de técnicas de resonancia magnética y que luego son transformados en imágenes en tres dimensiones que permiten definir la estructura del cerebro y localizar sus anomalías.La Unión Europea presentó ayer los resultados de numerosos proyectos financiados con fondos comunitarios, entre ellos, la nueva técnica para eliminar tumores cerebrales de hasta tres centímetros sin necesidad de recurrir al bisturí, gracias a la combinación simultánea de imágenes por ordenador y rayos gamma. La primera ventaja es que con esta técnica no es necesario abrir el cráneo ni para localizar el tumor en el cerebro ni para intervenir, lo que limita considerablemente el daño de tejidos sanos y los riesgos derivados de la intervención.

La segunda ventaja -y principal innovación- es que la exploración del cerebro para localizar el tumor y el tratamiento con rayos gamma se hacen en la misma máquina. La tercera ventaja es que se aplica una anestesia local durante el tratamiento. Y por último, gracias a esta especie de intervención virtual, se evitan las largas convalecencias del paciente por las heridas.

Se trata, en síntesis, de sustituir el bisturí por haces de radiación dirigidos al tumor con gran precisión, gracias a las imágenes tridimensionales del cerebro elaboradas por un ordenador mediante el llamado PET (tomografía de emisión de positrones), que distingue las zonas cerebrales con mayor actividad metabólica (el tumor entre ellas).El paciente se coloca en el aparato -llamado bisturí gamma- con una especie de casco que inmoviliza la cabeza y por el que se dirigen los haces de radiación. Previamente se le inyecta una dosis de glucosa radiactiva, que se concentra en las zonas cancerígenas más activas. El PET detecta la radiación que emite la glucosa e identifica las células con un metabolismo más activo.

Una vez localizadas así las células malignas que se van a tratar, se inicia el bombardeo con rayos gamma para destruir el cáncer sin dañar otros tejidos sanos que se encuentren alrededor. Los rayos gamma tienen el problema de que queman la piel y las células que atraviesan. Por esta razón, la radiación se divide en 201 puntos de emisión, que después se concentran en un único punto (el tumor), que recibe la dosis completa.

"Es cierto que se siguen quemando las células sanas, pero muy poco y de manera reversible porque reciben una dosis de radiación 200 veces inferior", explicó el experto de la Comisión Europea Philippe Jehenson.

Esta técnica, que se realiza exclusivamente en el hospital universitario Erasmus, de Bruselas, se puede aplicar también a otras enfermedades relacionadas con tumores malignos, benignos y malformaciones arteriales en el cerebro que pueden producir hemorragias. También se puede tratar la epilepsia y otras enfermedades neurológicas. La última versión del bisturí gamma entró en funcionamiento a mediados del mes de enero y 80 pacientes ya han sido tratados con resultados prometedores, "pero no hay que dar falsas esperanzas porque, para determinados tumores graves, sólo conseguimos mejorar la situación del paciente y es necesario un tratamiento alternativo".

El coste del aparato es de 10 millones de euros (1.600 millones de pesetas) y para su funcionamiento se necesitan cinco especialistas. Los científicos reconocen que de momento es un tratamiento que no se puede incluir en los sistemas públicos de salud y que la inversión económica y en personal sólo puede ser soportada por grandes hospitales de carácter universitario. "Todavía es necesario definir qué tipo de pacientes se pueden beneficiar de esta técnica y sus ventajas sociales y económicas", explicó Jehenson.

Las nuevas técnicas que están surgiendo para que los médicos puedan tratar imágenes tridimensionales del cerebro obtenidas por resonancia magnética o sistemas como el PET están abriendo un amplio abanico de posibilidades para conocer mejor los secretos del cerebro y poder tratar con eficacia otras enfermedades, como la epilepsia. Se van sustituyendo así los métodos tradicionales por otros menos traumáticos, con menos efectos secundarios y que reducen considerablemente la convalecencia.

La más útil, presentada ayer en Bruselas durante el congreso, se conoce como correpresentación. Permite combinar diversos métodos de escaneado que dan una imagen exacta del cerebro con muy poco margen de error. Así se localizan con mucha precisión tumores, lesiones, se conoce el efecto del tratamiento médico y se desvelan otros problemas que requerirían una intervención abierta.También se presentaron los resultados de los últimos estudios para el conocimiento de enfermedades como el autismo, en los que tiene un papel relevante la reciente secuenciación del genoma humano.

Para más información, escribir un correo electrónico a gamma.knife@ulb.ac.be o consultar la página http://europa.eu.int/comm/research/