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SANIDAD

La cumbre del sida, la ocasión de África

El continente lanza un programa contra la epidemia, y Suráfrica, su propio proyecto de vacuna

Gabriela Cañas

Receptores escépticos

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Gobiernos, Naciones Unidas, compañías privadas y ONG han iniciado un programa llamado Asociación Internacional contra el Sida en África, mientras el país anfitrión de la XIII Conferencia Internacional del Sida, Suráfrica, ha comenzado su proyecto de investigación para hallar una vacuna efectiva y barata contra esta enfermedad. El presidente del Consejo de Investigación Médica de este país, William Makgoba, presentó el proyecto, cuyos resultados no estarán antes de 2005. "Queremos aprovechar la capacidad de los científicos locales para crear una vacuna de iniciativa pública más barata y accesible", dijo Makgoba. "Contamos con la colaboración de gobiernos, ONG y la industria. Esperamos que tenga un mínimo de un 30% o un 40% de eficacia. Quizá ustedes, periodistas de otros países, puedan convencer a sus gobiernos de que ésta es una buena inversión".El Banco Mundial anunció ayer un plan dotado con 500 millones de dólares, que irá a aquellos países africanos que cuenten con un programa nacional contra el sida. Los expertos presentes en Durban, donde hoy se inaugura la cumbre, creen, o quieren creer, que dicha reunión puede ser una "oportunidad de oro" para este continente, que muere de sida. No sólo porque quizá sea capaz de aunar esfuerzos y emprender políticas eficaces de prevención. También porque suponga una presión para que el presidente surafricano, Thabo Mbeki, reconsidere su posición, negadora de que el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) cause el sida.

Poco importa para la realidad africana que se crea o no en la eficacia de los potentes fármacos antirretrovirales que están frenando la epidemia en los países desarrollados. Porque, sencillamente, a este continente no llegan. Zweli Mkhize, ministro de Sanidad de la provincia de DwaZulu-Natal, cuya capital es Durban y es el epicentro de la pandemia en este país, lo dejó bien claro ayer ."La sanidad pública de Suráfrica no provee de tratamientos antirretrovirales a la población, excepto para la gente que queda infectada por una inyección accidental", explicó Mkhize. "Se trata de una imposibilidad económica".

El AZT (Zidovudina) funciona en las mujeres embarazadas como una vacuna preventiva para sus bebés. De ahí que en países como España la trasmisión del sida materno-infantil casi haya desaparecido. En 1998, sin embargo, Thabo Mbeki retiró este tratamiento a las embarazadas seropositivas, basándose en ciertas teorías científicas que cuestionan su eficacia. En este contexto, el director del departamento universitario de Durban de Economía de la Salud e Investigación del Sida, Alan Whiteside, que acaba de presentar un libro sobre el sida en Suráfrica, cree que esta conferencia es una oportunidad única para reconsiderar la controversia.El pasado viernes, el laboratorio alemán Boeringer Ingelheim ofreció gratis durante cinco años otro antirretroviral, la nevirapina, para prevenir la transmisión materno-infantil. El Gobierno ha reaccionado con cierto escepticismo. En televisión, la noticia fue recogida en poco más de un minuto, añadiendo: "Es otro ofrecimiento más".

La insistencia sobre el embarazoso asunto de la dispensación de las medicinas en África incomoda a los expertos y políticos surafricanos. "Tenemos otros muchos desafíos por delante", dice Mkhize. "Tenemos que aliviar la pobreza, tenemos malas infraestructuras sanitarias, hay que proveer a la población de agua y electricidad, así como mejorar la salud pública y hacer un equitativo reparto de alimentos. Ésos son los problemas que tenemos en África". Helen Rees, directora de una fundación privada de salud reproductiva y miembro del Consejo de Control de Medicinas de Suráfrica, prefirió invitar a los periodistas a ver "la cara humana del sida" en cualquiera de los hospitales surafricanos.

Suráfrica tiene prácticamente el mismo número de habitantes que España. Sin embargo, mientras en nuestro país, con la peor incidencia de la Unión Europea, hay unos 120.000 infectados por el sida, en Suráfrica hay más de cuatro millones, que, en caso de enfermar, no reciben antirretrovirales. Suráfrica es el peor país del mundo respecto al sida. El 34% de las embarazadas surafricanas son seropositivas y cada año hay entre 70.000 y 80.000 nuevos niños afectados. Son 200 cada día, mientras que en Estados Unidos son unos 350 cada año, como destacó James McIntyre, director de la unidad perinatal de un hospital surafricano.

¿Puede este país afrontar tan dramática situación? De momento, apuesta decididamente por la prevención: campañas que cambien la mentalidad de los ciudadanos, que en este país hacen caso omiso de las recomendaciones sobre los comportamientos de riesgo.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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