Joker rechaza el plan de los trabajadores de Zumos Vital para reactivar la empresa de Gandia

Las esperanzas de los trabajadores de Zumos Vital, SA, empresa fundada en los años cuarenta en Gandia dedicada a la elaboración de concentrados, de impedir el cierre de la fábrica se han desvanecido. La multinacional francesa Joker, propietaria de la firma desde 1991, ha rechazado el plan de viabilidad de los empleados y ha iniciado la negociación del futuro de los 70 trabajadores, entre fijos y fijos-discontinuos, que actualmente componen la plantilla, según manifestó ayer el presidente del comité de empresa, Ramón Fernández. Dicho proyecto, según un comunicado de la dirección de Joker, del 28 de junio, no planteaba "ninguna vía de solución" a la difícil situación económica de la fábrica. La multinacional anunciaba la apertura de un proceso de regulación de empleo y el despido colectivo. Joker hizo público el anuncio del cierre de Vital el pasado abril. Los trabajadores iniciaron entonces movilizaciones, y el comité de empresa realizó varios viajes a la sede de Joker en Macon (Francia) para tratar de conseguir una prórroga, y estudiar alternativas. "Pero la decisión la tenían tomada desde un principio y nos han estado engañando", lamentaba ayer Fernández. El portavoz de los trabajadores apuntó, además, que detrás del cierre se encuentra el interés de la multinacional de "especular" con los terrenos donde se ubica la fábrica.

Zumos Vital, SA, se instaló en suelo agrícola, pero ahora la zona se ha reconvertido en el polígono industrial de Rafalcaïd, y junto a sus instalaciones se encuentran superficies comerciales y de ocio. Según Fernández, el valor actual de los terrenos podría ascender a más de 800 millones de pesetas. El comité de empresa reanudó ayer las negociaciones del plan de regulación de empleo con la dirección. Los trabajadores exigirán prejubilaciones anticipadas y la "recolocación" de parte de la plantilla en Interfruit España, filial de Vital, también propiedad de Joker, y ubicada en la vecina Oliva.