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EE UU podría suavizar el embargo de alimentos y medicinas a Cuba

La Cámara de Representantes votará un proyecto de ley el martes

Lo que estos días ocurre en Washington hubiera sido impensable en vida de Jorge Mas Canosa e incluso antes del caso Elián: un poderoso lobby de políticos y empresarios presiona al Congreso para suavizar el embargo a Cuba, comenzando por el levantamiento de las restricciones a las exportaciones a la isla de alimentos y medicinas. El próximo martes, la Cámara de Representantes votará un proyecto de ley en este sentido.

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Escepticismo en la isla

El resultado de la votación es incierto, pero la fuerza y la belicosidad de los opositores al embargo es toda una novedad. Estados Unidos podría venderle a la isla un mínimo de 1.600 millones de dólares anuales en estos dos sectores, lo que crearía 20.000 puestos de trabajo adicionales en la primera potencia del planeta, declaró el viernes en el Capitolio la empresaria Paula Stern. Decenas de empresarios norteamericanos como Stern piden a sus representantes en Washington que se olviden de la ortodoxia política de las últimas cuatro décadas en relación a Cuba y se conviertan al pragmatismo de México, Canadá y la Unión Europea.También el viernes, Alan Tank, presidente del Consejo de Productores de Cerdo de Des Moines (Iowa), declaró que está harto de no poder vender un filete a Cuba.

Derrotado en su pulso frente al Gobierno de EE UU sobre el porvenir del niño balsero Elián González, el ala radical del exilio cubano en Miami pone toda la carne en el asador para que la Cámara de Representantes no apruebe suavizar el embargo, ni tan siquiera en productos de interés humanitario como los alimentos y las medicinas. "El levantamiento de las sanciones no sólo perjudicaría al pueblo oprimido de Cuba, sino que supondría establecer relaciones con un régimen que no paga sus deudas ni honra sus acuerdos", dice la congresista republicana de Florida Ileana Ros Lehtinen.

Voces como la de Ros Lehtinen hacían inaudible en Washington cualquier otra hace apenas tres años, antes de la muerte de Mas Canosa, el líder del exilio. Ahora tiene que alzar el tono para no ser aplastada por la de los muchos norteamericanos que, esencialmente por motivos de interés, quieren hacer negocios con Cuba. El caso Elián ha dado nuevo vigor a los opositores al embargo. Según Lissa Weinmann, directora del Proyecto de Educación sobre Cuba, la polémica sobre el niño balsero "ha hecho ver a la opinión pública que la política sobre Cuba ha estado controlada por un pequeño grupo de Miami que no tiene en cuenta los intereses a largo plazo de Estados Unidos".

El caso de China

El ejemplo de China, a la que la Cámara de Representantes acaba de conceder la condición de pleno socio comercial de EE UU, es citado en abundancia por los detractores del embargo a Cuba. Uno de ellos, el muy conservador congresista republicano George Nethercutt, es el autor directo del proyecto de ley que se votará el martes, llamado Proposición 4461 y que también incluye a Irán, Libia, Sudán y Corea del Norte. Nethercutt afirma que su principal preocupación es defender los intereses de los granjeros de su Estado de Washington.Otros congresistas, como el demócrata afroamericano de Nueva York, Gregory Meeks, añaden argumentos humanitarios, como los sufrimientos del pueblo de Cuba. Algunos recurren asimismo a la política y afirman que el levantamiento parcial o total del embargo dejará a Fidel Castro sin argumentos y le causará muchos problemas internos.

En el Senado de EE UU también espera su turno de debate un proyecto de ley del senador republicano de Kansas, Pat Roberts, que va más lejos y pide la completa abolición de la política de sanciones económicas a Cuba.En contra de la prohibición de hacer negocios con Cuba militan muy activamente las Cámaras de Comercio de Estados Unidos, los productores de trigo, el sector farmacéutico y cientos de otras empresas norteamericanas.

Los líderes de la mayoría republicana en las dos Cámara del Congreso continúan, no obstante, tomando el partido del exilio. Según Dick Arney, jefe de los republicanos en la Cámara de Representantes, hay "una gran diferencia" entre China y Cuba. "China", dice, "haciendo reformas económicas y abriéndose comercialmente al mundo, lo que no ocurre en Cuba". La Casa Blanca de Bill Clinton mantiene una ambigua posición en este debate.

El resultado de la votación del martes es dudoso. Nethercutt dice que cuenta con una mayoría de congresistas de los dos partidos a favor de que puedan exportarse alimentos y medicinas estadounidenses a la isla. Pero Arney y otros dirigentes republicanos de la Cámara de Representantes como Denis Haster y Tom Delay maniobran para aplazar o embrollar la votación y dejar las cosas como están.

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