Corea del Norte llama al fortalecimiento nuclear después de que Trump abra la puerta a retomar el diálogo
Kim Jong-un asegura que 2025 es un año “crucial” en el que el país necesita “éxitos” en la producción de “materiales nucleares aptos para armas”
Continúan los movimientos del ajedrez geopolítico a la estela del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Kim Jong-un, máximo líder de Corea del Norte, ha hecho un llamamiento a impulsar las capacidades atómicas del país durante su visita a una base de producción de material nuclear y el Instituto de Armas Nucleares. Este 2025 es “un año crucial” de cara al “refuerzo de las fuerzas nucleares”, ha dicho Kim durante el pase de revista, en el que ha destacado la necesidad de lograr “éxitos” en el plan de producción de “materiales nucleares aptos para armas” y “en el fortalecimiento del escudo nuclear”.
Kim considera que el país se enfrenta a una situación exterior “grave” por los pronunciados “desafíos de las fuerzas hostiles”, según recoge este miércoles la prensa oficial norcoreana. Y para contenerlos no bastan las declaraciones, sino que se requiere “el acopio de la fuerza física de uso práctico y su incremento por progresión geométrica”. Considera “inevitable” un enfrentamiento a largo plazo, por lo que “es indispensable que el país refuerce constantemente el escudo nuclear”.
La visita y sus palabras pueden interpretarse como un mensaje parcialmente dirigido a Washington, desde donde Trump ha mostrado en los últimos días interés en revivir las negociaciones de su anterior mandato (2017-2021), que no terminaron de llegar a buen puerto. “Kim Jong-un es un tipo listo”, dijo el magnate estadounidense, la semana pasada, en una entrevista en la cadena de televisión Fox News. Y ante la pregunta de si volvería a llamarlo, replicó: “Lo haré. Sí. Le caigo bien y me llevo bien con él”.
Hay más señales de que el presidente estadounidense podría tratar de retomar el contacto. Entre los nombramientos de altos funcionarios se encuentra el nuevo asesor adjunto de Seguridad Nacional, Alex Wong, quien ya se ocupó de las conversaciones con Pyongyang en su primera presidencia. Corea del Norte se encuentra, sin embargo, en un escenario distinto, y el acercamiento a Estados Unidos no parece haber figurado entre sus prioridades desde el último encuentro entre ambos, en 2019.
El país asiático, aislado de la escena internacional, ha fraguado en el último año un acercamiento a Rusia. La implicación directa de Corea del Norte en la guerra de Ucrania, con soldados sobre el terreno y el envío de municiones, ha hecho sonar las alarmas en distintas capitales, desde Europa hasta la región de Asia-Pacífico. La inteligencia surcoreana y occidental creen que el Kremlin podría estar recompensando al régimen norcoreano con tecnología clave en el campo balístico y nuclear.
Sin ensayos desde 2017
Aunque Pyongyang lleva desde 2017 sin hacer ningún ensayo nuclear, ha mantenido a lo largo del tiempo las muestras de músculo militar y atómico, combinando periodos de mayor actividad con otros de silencio. A principios de enero, lanzó un nuevo misil balístico hipersónico de alcance intermedio. Kim lo denominó “arma estratégica”, y alardeó de que pocos países en el mundo pueden soñar con poseerla. “El sistema de misiles hipersónicos frenará a cualquier rival en la región del Pacífico que intente atentar contra la seguridad de nuestro Estado”, dijo entonces.
En septiembre, la propaganda oficial de Pyongyang publicó por primera vez imágenes de las centrifugadoras que producen combustible atómico para sus bombas. Las fotografías mostraban también al líder norcoreano en el Instituto de Armas Nucleares y en una base de producción de materiales nucleares aptos para armas. Kim reclamó desde allí un incremento en la producción de materiales para armas nucleares tácticas. El discurso y las imágenes fueron muy parecidas a las recogidas este miércoles por los medios locales.
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