El campo rechaza las propuestas de Bruselas para el sector arrocero

La Comisión de la Unión Europea ha dado luz verde a una propuesta para la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) para el arroz, que persigue una reducción de las superficies de cultivo y un ahorro en los gastos comunitarios. La propuesta, que podría ir al próximo Consejo de Ministros comunitarios, es rechazada frontalmente por el conjunto del sector agrario español y tampoco es compartida por el Ministerio de Agricultura.

La actual OCM para el arroz fue aprobada hace poco más de cuatro años con la Administración socialista y se logró una cuota de l04.973 hectáreas. Esta cuota se consideró buena en su momento. Sin embargo, en los últimos años se ha desarrollado un proceso de expansión del cultivo que, en el caso de España, ha supuesto graves penalizaciones en las ayudas a la producción. A las zonas tradicionales de siembras se han ido sumando otras que se habían abandonado por la sequía como Extremadura y valle del Ebro, ante la posibilidad de lograr importantes ingresos por hectárea. La producción española en la campaña anterior ascendió a unas 775.000 tonelaads, y en el conjunto de la UE fue de 1,6 millones de toneladas. Consecuencia de una rebaja en los aranceles, las importaciones de arroz en las últimas campañas han ascendido a unas 500.000 toneladas de media, lo que se ha traducido al final en unos excedentes a inicios de esta campaña de unas 500.000 toneladas en intervención en toda la UE.Cultivos alternativos

Esta situación en el sector arrocero ha provocado la actual propuesta para la reforma de esta OCM, donde el objetivo principal se concreta en evitar excedentes y gastos a la Comisión. Los instrumentos más importantes para lograr ese objetivo se limitan a dos: reducir superficies y eliminar la intervención para evitar dar una garantía al productor de tener un precio asegurado y con ello facilitar el abandono de las siembras.

Para las organizaciones agrarias, si se aprueba la propuesta de OCM, habrá recortes en las superficies de cultivo en zonas donde no hay otra alternativa de siembras, menos precios y grave pérdida de empleo en el sector. Para ASAJA-Sevilla se trata de una consecuencia de la política presupuestaria de la UE con recursos para las producciones de los países del norte y recortando los gastos en los cultivos mediterráneos. UPA y COAG coinciden en señalar que la propuesta actual, eliminando el precio de intervención e incorporando al arroz en el régimen de cultivos herbáceos, acabará reduciendo las siembras, con pérdida de rentas y empleo en todo el sector.

La propuesta de la Comisión contempla incorporar el arroz al régimen de cultivos herbáceos, donde se paga una ayuda por supercicie en función de los rendimientos fijados a cada explotación. En el caso del arroz, al tener asignada una producción media por hectárea de 6.350 kilos, la ayuda por hectárea en la OCM de los herbáceos sería de 66.600 pesetas, frente a las 55.600 pesetas actuales, sin aplicar las penalizaciones. En teoría, con la OCM de los herbáceos, los productores de arroz aumentarían sus ingresos de ayuda por hectárea en unas 11.000 pesetas. Sin embargo, con esta OCM, Bruselas tiene en sus manos la posibilidad de imponer, como sucede con los cereales, el abandomo del 10% de la superficie, lo que supondría rebajar la cuota actual de 104.973 a solamente 95.000 hectáreas.