Dislate
Si no fuera porque el asunto es más serio de lo que parece sería para desternillarse de risa con la comunicación enviada a los centros escolares de Barcelona por la delegada territorial, doña María Carme Espluga, el día 30 de mayo pasado, acompañando el anuncio de las "III Jornades de Pedagogia del Patrimoni Monumental", convocadas por el Departamento de Enseñanza, el de Cultura y el Centro Unesco de Cataluña. Porque no deja de tener guasa que en dicha convocatoria se anuncie que los idiomas de las jornadas serán el catalán y el ¡francés! Es magnífico que, de golpe, uno descubra que el segundo idioma oficial de Cataluña es el francés. ¿Cuántos docentes catalanes tienen como lengua propia el francés? No lo sé, pero lo que sí puede asegurarse es que muchísimos tenemos el castellano. ¿Cuántos de los 200 asistentes a las jornadas serán franceses? Ninguno, porque se dice que las plazas son restringidas y están reservadas a profesores de enseñanza infantil, primaria y secundaria de todas las comarcas de Cataluña, con un máximo de un profesor por centro. ¿A qué están jugando los convocantes?Mirando fríamente, parece una provocación. Pero resulta todo tan ridículo que a uno no le dan ganas más que de reírse, aunque el chiste sea un esperpéntico ejemplo del humor más negro. A partir de ahora, ya lo sabemos: olvidémonos del castellano y vayamos ilustrándonos en la hermosa lengua francesa, no sea que les dé por seguir convocando jornadas de trabajo, cursos de perfeccionamiento, congresos y sesiones de trabajo en los que todos se decidan a hablar en francés y algunos se vayan a quedar a dos velas. Allons-y, les enseignants!- Ángel Conte Cazcarro. Barcelona.
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